El fantasma de Harvey Weinstein resurge. El denominador común que dio origen al movimiento #MeToo también. En esta oportunidad, la agencia AP, con la divulgación del testimonio de una de las supuestas víctimas, le tocó el turno a una de las figuras más importantes de la cultura mundial, Plácido Domingo.
El de la mezzosoprano Patricia Wulf es el único nombre de las 9 mujeres -ocho cantantes y una bailarina- que fueron perjudicadas por Domingo, según la agencia. Asimismo, 6 mujeres le aseguraron a AP que les hizo propuestas indebidas y 36 profesionales ligados a la música clásica y al teatro dicen que durante años vieron cómo el español perseguía a, sobre todo, mujeres jóvenes que contrataba en busca de favores sexuales.
De Wulf se sabe muy poco. De hecho casi no hay información de ella en Internet, salvo que trabajó en la Ópera de Washington, donde, según relató a la agencia, se produjeron los presuntos episodios indebidos con el español.
Según AP, estas mujeres se atrevieron a denunciar ahora a Domingo -aun cuando según ellas la mayoría de los episodios ocurrió en los años 90- por el auge que ha tenido el movimiento #MeToo, una etiqueta promovida por la actriz Alyssa Milano («Who’s the boss» y «Charmed») para que las mujeres del mundo de espectáculo, y también de otras áreas, no callaran más los casos de acoso y abuso.
Su compañera en la serie de brujas, Rose McGowan fue, precisamente, de las primeras en dar a conocer los abusos del poderoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein. La lista superó el número de 30 mujeres quienes aseguran haber sido acosadas por él. Nombres como los de Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie o Salma Hayek aparecen en el grupo de testimonios en su contra.
El escándalo llevó al productor no solo a perder su emporio, sino a ser despedido de la presidencia de su empresa por la directiva, su esposa le solicitó el divorcio y los casos en tribunales en su contra lo llevaron a la cárcel y a la ruina.
El efecto dominó arrastró a otros relacionados con la industria del entretenimiento, pero también alcanzó otros ámbitos como el deporte y el periodismo. Kevin Spacey, Steven Segal, Ed Westwick, Dustin Hoffman y hasta el legendario Stan Lee, entre otros, se encuentran en la lista. Hasta el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha visto salpicado por este tipo de escándalos.
Ante esta situación, Domingo (Madrid, enero 21 de 1941) no quiso responder un cuestionario enviado por la AP para obtener su versión sobre estos señalamientos. Respondió con un texto: Las acusaciones de estas personas anónimas que se remontan hasta tres décadas atrás son profundamente preocupantes y, tal como se presentan, inexactas. Aún así, es doloroso oír que he podido molestar o hacer sentir incómodo a alguien, da igual cuánto tiempo haga de ello y a pesar de mis mejores intenciones. Creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consentidas. La gente que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que pueda hacer daño, ofender o avergonzar a alguien de manera intencionada. Sin embargo, reconozco que las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de cómo eran en el pasado. He sido bendecido y privilegiado de haber tenido una carrera de más de 50 años, y me ceñiré al más alto estándar.
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