Ser actor en Venezuela es amar el arte. La frase la pronuncia, casi en medio de un suspiro, Carmen Julia Álvarez, actriz venezolana con cerca de 30 telenovelas y 7 películas en su larga trayectoria.
A ella se le puede ver entusiasmando al público a ver la obra que produce en la décima temporada del Micro Teatro, un formato que alberga a unos 60 actores en obras de 15 minutos de duración.
Esta es la forma de seguir aquí, echándole pichón, dice, recurriendo a la frase para expresar el esfuerzo que debe hacer para seguir haciendo lo que le gusta y vivir de ello.
A su gremio le ha tocado sobrellevar el declive de la televisión, por el cierre del Radio Caracas Televisión (RCTV), canal pionero en las pantallas venezolanas, la caída de la publicidad y un marco legal impulsado desde el gobierno para proteger a niños y adolescentes de contenidos inadecuados, que convirtió a su juicio las llamadas teleculebras no en rosa sino en fucsia, por la censura. Esto en medio de una crisis económica que se ido recrudeciendo durante años, afectando a todos los sectores.
Muchos actores eran reconocidos internacionalmente, a través de las producciones dramáticas que marcaron récord en el mercado latinoamericano en los años 90. Algunos decidieron salir de Venezuela. Los que se quedan, han encontrado en el teatro una fuente para tratar de mantenerse en pie en lo económico y lo profesional.
Es duro, muy duro, confiesa a HispanoPost la actriz Virginia Urdaneta.. Participó en unas 18 telenovelas y al menos tres películas de cine, sin contar su larga trayectoria en el teatro. Dice que los actores tienen que hacer de todo para sobrellevar la falta de fuentes de trabajo.
Para un actor joven como Moisés Berroterán, Venezuela no es un país de teatro. Comenta cómo los actores consagrados en televisión y cine que se vuelcan al teatro, van desplazando a quienes aún se forjan un nombre. Si tienes el talento, puedes superar cualquier cosa que te llegue, comenta en tono optimista.
