Alejandra Sarmiento entendió que el comenzar a tomar decisiones que le hicieran bien a su cuerpo y a su espíritu era el inicio de todo. Dice que el rechazo que sentía hacia sí misma era tal, que los 174 kilos que llegó a pesar la anularon como persona.
Esta joven mercadóloga decidió, hace cuatro años, enfrentar sus miedos, exponiéndose sin reservas al escrutinio de las redes sociales. Sin poses. Un proceso que todavía vive y en el que se ha encontrado con una nueva angustia, que más que asustarla, la estimula: el ser aceptada en distintos ámbitos, incluso en su área laboral.
Me asustaba verme mejor, dice. Es una sensación nueva que ha empezado a vivir. Ella asegura que está en un punto de quiebre constante, pero sigue en el proceso de conocerse y aceptarse, algo que ella misma describe como fascinante.
