Permitir o no el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela es un debate que lleva al menos tres años en el discurso político, tanto de la administración de Nicolás Maduro como de la oposición, hoy representada por el presidente encargado del país, Juan Guaidó.
Este martes, llego el primer lote de ayuda humanitaria de la Cruz Rojay de la Media Luna Roja al aeropuerto Internacional de Maiquetía, en un avión procedente de Panamá.
El arribo de la ayuda que contiene medicamentos, pastillas purificadoras, bidones para almacenar agua y plantas eléctricas para dotar a ocho hospitales en Venezuela según informó el presidente la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel, es considerada por Miguel Pizarro, diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Comisión Especial de Seguimiento de la Ayuda Humanitaria, como resultado de la resiliencia de médicos, enfermeras, familiares y dirigentes sociales».
«Lo que ha llegado hoy a nuestro país es un primer paso en la dirección correcta de concretar y materializar que la ayuda llegue a los más necesitados. Son generadores eléctricos para aquellos hospitales que han tenido problemas de servicios, son kits de emergencia para atender a pacientes «, dijo Pizarro.
Consultado por HispanoPost, Francisco Valencia, director de la ONG Codevida, consideró que se trata del resultado de la lucha que emprendieron varias organizaciones y pacientes venezolanos.
Fuimos ignorados por muchas instituciones internacionales incluyendo el Comité Internacional de la Cruz Roja, donde para el año 2016 sostuvimos un par de reuniones con ellos y no consideraron la importancia de las denuncias que llevamos de lo que ocurría en Venezuela. Ver llegar hoy este primer avión lo que te dice es que lamentablemente han pasado muchas muertes y muchos sufrimientos y aunque es importante que hayan reaccionado, deben evaluar la manera de reaccionar ante alarmas, no es posible que haya que esperar hasta este punto para reaccionar, lamentó Valencia.
Asimismo, dijo que se trata de un comienzo, no es la solución, recomendó que activen otros mecanismos como el de Naciones Unidas para la de reparación y saneamiento de los centros de diagnóstico en los centros hospitalarios.
Valencia respondió al ministro de salud de Maduro y le aclaró que esta es una emergencia que se acentuó en el año 2016, mucho antes de las sanciones en contra del régimen.
Roberto Patiño, coordinador de la red Voluntarios por Venezuela, coincide en que la llegada de este primer cargamento es el resultado de la presión y de la denuncia.
«Es una victoria de la presión que se ha hecho a nivel político, social, desde la Asamblea Nacional y movimientos de voluntarios que han denunciado por más de tres años, lo que viene sucediendo en el país.
Patiño explicó que a pesar de que la Cruz Roja será el ente encargado de ejecutar las entregas, la red de voluntarios hará la contraloría de las donaciones.
Hemos constituido un grupo nutrido de voluntarios para hacer contraloría sobre la ayuda humanitaria y evitar que sea distribuida con criterios político partidista, ni servir para el chantaje y el control social. No participaremos en la repartición, pero la Cruz Roja aceptó que hagamos la contraloría.
¿Politizada o no?
Mientras que la mañana de este martes personal calificado descargaba las cajas con los símbolos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el ministro para la salud de la administración de Maduro, Carlos Alvarado, dijo que el primer cargamento de la Cruz Roja Internacional viene de la mano del gobierno bolivariano y con la autorización del presidente Nicolás Maduro, una aseveración que podría poner en riesgo los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia.
Mariano De Alba, internacionalista, dijo sobre la posibilidad de que la ayuda humanitaria sea politizada que se debe esperar a ver en qué términos se distribuye.
De entrada pareciera que se concreta su entrada conforme a la normativa internacional y la distribución será a través de la Cruz Roja y la Iglesia Católica. No creo que le de oxígeno al régimen porque la ayuda internacional es y será siempre insuficiente y los venezolanos necesitan soluciones sostenibles a sus necesidades, lo que el régimen no está en capacidad de lograr. Podría darle oxígeno sólo si no se mantiene la presión interna y la manifestación del descontento y deseo de cambio.
Punto de honor o talón de Aquiles
Para Maduro y su gabinete, la ayuda humanitaria era- o sigue siendo- un punto de honor. En los inicios del debate, durante 2016, el para entonces defensor del Pueblo, Tarek William Saab, argumentaba que tal asistencia no podía ser aceptada porque Venezuela no estaba atravesando una guerra fratricida y sostuvo que se trataba de una excusa para propiciar la intervención extranjera, por esa línea se mantuvo el discurso oficial.
Sin embargo, este 2019 la oposición venezolana emprendió una cruzada para el ingreso de cargamentos de medicamentos, insumos y complementos nutricionales desde Cúcuta, Colombia, hacia territorio nacional. Luego de la afirmación de Guaidó la ayuda humanitaria entrará a Venezuela, sí o sí, anunciaron que la acción se llevaría a cabo el 23 de febrero con apoyo del gobierno neogranadino y con el gobierno de Estados Unidos, pero no se concretó.
Se produjeron varios enfrentamientos en los puentes Simón Bolívar y el puente Puente Internacional Francisco de Paula Santander (Ureña) entre la denominada resistencia, colectivos civiles armados y los organismos represores del Estado venezolano, y el saldo fue de cientos de heridos, dos gandolas que transportaban la ayuda humanitaria quemadas y una de las cuatro que intentaron pasar por Ureña, y llegó a cruzar a Venezuela, fue incautada por la Policía Nacional Bolivariana.
El pasado 10 de abril, el régimen de Maduro acordó con el Comité Internacional de la Cruz Roja, conjuntamente con los organismos de la ONU el ingreso a Venezuela de la ayuda humanitaria, que éste se negaba a recibir.
Sin politiquería, sin politización farsante y por los caminos de la legalidad y el respeto, dijo Maduro.
El 29 de marzo, la Federación Internacional de la Cruz Roja anunció que a mediados de abril iniciarían la primera fase de distribución de la ayuda que prevén beneficie a unos 650 mil venezolanos, en una operación que según Francesco Rocca, presidente del ente, será similar a la que se lleva a cabo en Siria.
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