Arabia Saudita se pronunció este martes 23 de abril a favor de mantener la presión sobre Irán para que cese su «política de desestabilización» en la región, en apoyo al fin de las exenciones para la compra de petróleo iraní anunciado por Estados Unidos.
En un comunicado, el jefe de la diplomacia saudita, Ibrahim al Assaf, expresó la satisfacción «total» de su país tras la decisión estadounidense, que calificó de «medida necesaria para llevar al régimen iraní a cesar sus políticas de desestabilización y de respaldo al terrorismo en todo el mundo».
Además, recordó la política de su país y llamó a continuar «los esfuerzos internacionales para obligar al régimen iraní a respetar el derecho internacional y cesar sus injerencias flagrantes en los asuntos internos de otros Estados y sus actividades que provocaron caos y destrucción en numerosos países».
Poco después del anuncio de la decisión estadounidense, el ministro saudita de Energía, Jalid al Falih, afirmó el lunes que su país estaba dispuesto a asegurar «la estabilidad» del mercado petrolero.
«Arabia Saudita se dedicará, en coordinación con los otros países productores, a garantizar un abastecimiento suficiente de petróleo para los consumidores», agregó Al Falih.
El presidente estadounidense Donald Trump decidió que a partir del 2 de mayo se pondrá fin a las exenciones que todavía permitían a ocho países (China, India, Turquía, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Italia y Grecia) importar crudo iraní. Y así «llevar a cero las exportaciones» de crudo iraní y «privar al régimen de su principal fuente de ingresos», anunció la Casa Blanca.
Irán calificó de «ilegales» estas sanciones y el presidente de la Comisión de Política Exterior del Parlamento iraní, Heshmatola Falahatpishe, afirmó que las exportaciones de petróleo de su país nunca serán inferiores al millón de barriles diarios, pese a las sanciones estadounidenses.
Con información de AFP