A punta de pistola fueron atracados los tres integrantes del equipo español de vela en Río de Janeiro donde están realizando los entrenamientos previos a la celebración de los Juegos Olímpicos. Tras abandonar el apartamento donde estaban residiendo, en el barrio carioca de Santa Teresa, cinco jóvenes, probablemente menores de 18 años, les asaltaron con armas de fuego el pasado viernes a plena luz del día. Eran apenas las 10 de la mañana cuando los integrantes del equipo olímpico se dirigían a tomar el primer café del día antes del entrenamiento en la Marina de Gloria.
Una situación repetida para el campeón olímpico de vela, Fernando Echevárri, quien ya fuera asaltado en 2009 en Río, en el barrio de Copacabana también por cinco adolescentes, esa vez pertrechados con armas blancas. Para Echevárri, la situación de desigualdad y la gran diferencia de clases en Brasil es lo que provoca este tipo de incidentes que a menudo tiene como víctimas a los propios turistas.
Para la campeona del mundo y europea, Tara Pacheco, compañera de equipo de Fernando, la situación fue aún más tensa, no solo por ser la primera vez, sino porque uno de los asaltantes le apunto con el arma en el estómago mientras les pedían los objetos de valor, al igual que al entrenador, Santiago López-Vázquez, que estaba con ellos.
Afortunadamente el susto solo se cobró bienes materiales, los integrantes olímpicos salieron ilesos del incidente, aunque con miedo de caminar a solas por las calles de Río. A partir de ahora, aseguran, extremarán cualquier medida de seguridad y los traslados desde el pasado viernes los realizan única y exclusivamente en uber o táxi.
Su preocupación ahora está puesta en el mes de julio, ya que tendrán que pasar más de 20 días en la ciudad. Por el momento, ya han decidido que no se alojarán nuevamente en el barrio de Santa Teresa, uno de los más frecuentados por los turistas por su zona de restaurantes y su ambiente bohemio. Esperan que las autoridades y el propio Comité Olímpico active las medidas oportunas para procurar la seguridad de los deportistas. Ahora piensan tan solo en olvidar lo ocurrido y concentrarse nuevamente en los entrenamientos.
A poco más de 70 días de las Olimpiadas, la seguridad es uno de los asuntos que más inquieta a quienes irán a participar en el mayor evento deportivo que este año tendrá como sede a la Cidade Maravilhosa. Las estadísticas no ayudan a tranquilizar precisamente, según los últimos datos del Instituto de Seguridad Pública, los robos en la calle crecieron casi un 24% entre enero y abril de este año con respecto al mismo período de 2015.
