Muchos venezolanos y no venezolanos, pensaron que la crisis venezolana podía tener una solución democrática. Esa idea se vio reforzada cuando en las elecciones de diciembre pasado, la oposición obtuvo una victoria aplastante que le otorgó el control de la Asamblea Nacional con una mayoría calificada, que le permitiría democráticamente, entre otras cosas, hacer leyes vinculantes, decretar una amnistía general y convocar a un referendo revocatorio para sacar del poder al presidente Nicolás Maduro.
Ese escenario hubiera sido factible cuando se vive en un ambiente de respeto a la constitución y a la democracia y existe división de poderes. Pero en Venezuela lo que existe es una dictadura cada día más represiva, disfrazada de gobierno democrático pero que solo utiliza la democracia cuando le conviene. Por eso sabiendo que la Asamblea Nacional tenía poderes constitucionales muy poderosos, el gobierno aprovechó el tiempo antes que la nueva Asamblea tomara posesión para establecer un escudo de protección que no permitiera actuar a la nueva Asamblea. El segundo paso será eliminar la asamblea y expropiar las principales empresas.
Maduro se aseguró el control del Tribunal Supremo de Justicia, nombrando a incondicionales del Chavismo, y así puede declarar anticonstitucionales todas las leyes que emite la Asamblea Nacional. Así las Leyes de Emergencia Económica, la Ley de Amnistía y Reconciliación y hasta una Ley para realizar cambios en el Tribunal Supremo, fueron declaradas inconstitucionales.
El referendo revocatorio está por ver si permitirá que se realice, pero probablemente también lo declarará anticonstitucional para impedir que se realice, y si se llega a realizar, su resultado sería declarado anticonstitucional. Asimismo, y avalado por el mismo Tribunal Supremo, Maduro declaró el estado de excepción lo que significa la suspensión de todas las garantías constitucionales, y se otorgó poderes especiales que le permiten gobernar por decreto ignorante a la Asamblea Nacional que pretende disolver.
Esto que he descrito hasta aquí representa sin la menor duda un Auto-Golpe de Estado lo que implica que en Venezuela se ha roto el orden constitucional y se ha establecido una dictadura Formal, que ya existía de facto.
La oposición, a pesar del estado de excepción ha continuado sus marchas para exigir el referendo revocatorio y Maduro sabe que para eso tendrá que reprimirla y lo va a hacer sin medir consecuencias. Para ello, ordenó al Ejército Venezolano que demuestre su poder para apoyar el estado de excepción y lo ha reforzado adquiriendo de Rusia 13 helicópteros militares MI-17 que le costaron 500 millones de dólares a un país que no tiene divisas. Esto se suma a los 12 aviones caza Sukhois que adquirió en septiembre pasado.
Con esto, el gobierno venezolano se prepara para reprimir las protestas civiles que la población y el pueblo realizan a pesar del estado de excepción y para una probable guerra ya que Maduro ha acusado al expresidente colombiano Álvaro Uribe de estar organizando una intervención armada en Venezuela.
El mismo Ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López atacó verbalmente a Uribe, calificándolo de nefasto agente, títere de la política imperial norteamericana porque todos los epítetos que antes se dirigían en Cuba contra el gobierno de los Estados Unidos, han sido adoptados ahora por el gobierno venezolano.
Horas después de imponer el Estado de Excepción, el régimen chavista se opuso abiertamente al referéndum revocatorio El vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, declaró rotundamente que no dejarán el poder. Y para mayor claridad añadió: A Maduro no lo van a sacar ni con referéndum ni con nada.
Aparte la escasez de productos en Venezuela, causada porque las empresas no reciben del gobierno las divisas necesarias para pagar a sus proveedores, ha alcanzado niveles descomunales. Esto afecta a empresas grandes, medianas y pequeñas. Muchas han tenido que cerrar y otras están trabajando a una capacidad mínima.
La escasez de divisas (y energía) es tan real, que Venezuela está sufriendo cortes de Luz que en teoría durarían 4 horas pero en la práctica duran más. Asimismo, modificó su huso horario y disminuyó la semana laboral a solo dos días a la semana. Todo eso afecta mucho.
La Confederación Venezolana de Industrias informó que en los últimos 20 años han cerrado más de 8.000 empresas, tanto por la falta de materias primas como por los controles establecidos por el gobierno. Hace casi un mes, una de las principales empresas de Venezuela, la cervecería Polar se vio obligada a cerrar sus cuatro plantas productoras de cerveza y malta al no disponer de los insumos necesarios. Polar maneja otras empresas que producen alimentos como Harina de Maíz, Arroz, Margarina, etc. Existe un alto riesgo de que esas empresas paren también.
Aunque no se dispone de una cifra exacta, en 2015 la industria estaba trabajando al 43% de su capacidad. En estos momentos la capacidad es mucho menor y el efecto es multiplicador ya que al no haber producción de productos, el comercio y los puntos de venta no disponen de artículos para vender y esto afecta al consumidor final, el pueblo, que no puede comprar los productos que necesita adquirir. Existen un mercado negro donde se consiguen algunas cosas, pero la escasez se ha vuelto crónica y hay conocedores que dicen que la escasez en Venezuela es mayor que en Cuba.
Se ha sabido de venezolanos que tienen dólares guardados y que les dan dinero a amigos cubanos que viajan a Cuba, para que estos les traigan artículos que en Cuba se consiguen en las tiendas que venden en moneda fuerte, mientras en Venezuela no se consiguen. Esto es verdaderamente irónico.
Para ponerle la tapa al pomo, el presidente Maduro ayer emitió la orden de expropiar todas las empresas que no están produciendo y dárselas al pueblo. Esto acelerará la estatización pero no resolverá el problema de falta de insumos por la falta de divisas. Pero esto significará la destrucción de la infraestructura industrial venezolana como los castristas destruyeron la infraestructura industrial de Cuba al poner a personas no capacitadas a manejar las empresas expropiadas. Reconstruirla después no será nada fácil.
Mientras tanto, los venezolanos continúan saliendo de su país, y esta radicalización del Chavismo lo que hará será acelerar en éxodo. Cifras recientes indican que más de 1600,000 venezolanos han salido de su país. Unos 200,000 se han establecido en Colombia pero muchos han emigrado a Estados Unidos. En el Sur de la Florida, la población de las ciudades del Doral y de Weston es predominantemente venezolana.
Las empresas venezolanas en el extranjero han proliferado y se producen productos venezolanos que en Venezuela cuesta trabajo conseguir como en su momento se comenzaron a producir productos cubanos que en Cuba habían desaparecido. En ese aspecto, los venezolanos se sienten como en casa pues han sido muy bien recibidos por las comunidades hispanas, y sobre todo por la cubana.
Y las grandes empresas venezolanas, como la Polar, han abierto plantas en Colombia y en Estados Unidos. En Colombia, la planta de Polar fue establecida en el departamento de Cundinamarca que tiene 2680,000 habitantes, sin considerar a la ciudad de Bogotá. En Estados Unidos su planta está en Greenville TX. Producen Cerveza y Malta y también la Harina PAN.
De igual forma, otros empresarios venezolanos han establecido muchas empresas y comercios donde se consiguen los productos que gustan a los venezolanos. Mientras tanto, Maduro y los Chavistas continúan arruinando el país.
Lo que está pasando es triste, como triste ha sido la respuesta de la OEA donde la canciller venezolana Delcy Rodríguez, con un cinismo descomunal, negó que en Venezuela hubiera escasez. Eso demuestra el tipo de personas que hoy maneja Venezuela, el país con las reservas petroleras más grandes del mundo.
Pobre Venezuela. El Chavismo la ha destruido.