El buen tiempo ha disparado la llegada de pateras durante la Semana Santa en España. En tan solo cuatro días han llegado cerca de 250 inmigrantes a bordo de 11 embarcaciones procedentes de Marruecos y Argelia. Todo en la misma semana en la que tres personas murieron ahogadas intentando alcanzar suelo español, entre ellas una bebé. La mayoría de los inmigrantes son subsaharianos e intentan salvar los 14 kilómetros que separan Marruecos de España a través del Estrecho de Gibraltar.
En estos primeros meses del año la llegada de pateras ha duplicado los datos del año pasado y se teme que las cifras de inmigración en la zona alcancen un nuevo récord en 2017. De hecho en las últimas horas más de 2.000 inmigrantes han sido interceptados en el Mediterráneo donde se calcula que solo este año han podido morir ahogados más de un millar de personas intentando alcanzar Europa.
