La ciudad de Caracas, capital de Venezuela, es una de las más peligrosas del mundo y ostenta uno de los índices de homicidios más elevados de la región. Sin embargo, tiene, para quienes se detienen a observar con cuidado, un rostro humano y hermoso que suele pasar desapercibido.
La Sultana del Ávila, como la han llamado algunos poetas, no sólo cuenta con museos y teatros. Quienes caminan por sus calles tienen la suerte de poder apreciar obras de arte que se mezclan y mimetizan con el asfalto y el concreto.
Sus espacios están adornados con esculturas, murales y pinturas de reconocidos artistas plásticos. Podrá ser peligrosa, violenta, o como algunos la llaman, agresiva, pero no queda duda de que a pesar de eso, transitar por ella puede resultar una experiencia gratificante.
