El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, debió aguantar las denuncias de una colegiala de 16 años durante la transmisión en directo de su programa semanal. Frente al jefe de Estado y sus ministros, la joven de nombre Dulby Tabarquino, describió el deterioro en que se encontraba su institución educativa, así como otras de su comunidad.
Como un reflejo de la situación del país, Tabarquino informó sobre daños en infraestructura, inoperancia del comedor escolar, falta de materiales, sillas, pupitres e incluso advirtió que sus compañeros se desmayaban por falta de alimentos.
Maduro respondió a la joven que debían usar los canales regulares para alertar sobre esa situación, argumento que la joven rebatió señalando que habían presentado informes ante las instancias competentes; entonces el primer mandatario advirtió que debían protestar en la calle ese tipo de situaciones y la estudiante replicó que también habían realizado manifestaciones ciudadanas para llamar la atención sobre su problema.
