Daniel Del Regno, dueño del puesto de diarios y revistas Yrigoyen y Bolívar, ubicado en Buenos Aires cerca del Cabildo, la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, es por excelencia el «canillita» personal del papa Francisco.
Este comerciante conoce desde hace varios años a Jorge Bergoglio, y señala que es un hombre sencillo y honesto. Afirma con vehemencia que su condición de Santidad no ha cambiado la humildad que lo caracteriza.
Este vendedor, heredó de su padre el negocio y al cliente más importante del mundo, con quien asegura sostuvo conversaciones sobre fútbol, política y otros temas más profundos.
Algo sorprendido por ser objeto de entrevistas y hasta convertirse en posta ineludible del circuito turístico de la ciudad, recuerda cómo fue la primera llamada que le hizo Francisco apenas asumió el máximo cargo del Vaticano. «A los pocos días de convertirse en Papa me llamó a mi celular para decirme que no iba a necesitar más el servicio del puesto. Pensé que era un chiste de un amigo pero comprobé rápidamente que este tipo es único».
Agrega, con algo de esperanza y optimismo, si viene al país se va a tomar un rato para venir a saludar, es mi deseo personal pero es capaz de hacerlo, no hay protocolo que modifique la decencia de este ser humano».
