Cuando la basura se convierte en materia prima para trabajar

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    Una lata de gaseosa, el diario del día anterior o la caja de unas zapatillas recién compradas, pueden dar el inicio a uno de los mercados más rentables que se puedan conocer, el mercado del reciclado.

    Si bien Argentina no pasa por un proceso pleno de compromiso ambiental, a través del reciclado de materiales el negocio de la basura mueve millones y son, paradójicamente, los sectores marginales quienes le dan envío al rubro.

    HispanoPost viajó al corazón del Conurbano de la provincia de Buenos Aires, para conocer una de las plantas de selección de basura más emblemáticas de la zona Norte.

    Emplazada a orillas de un relleno sanitario de Ceamse (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado), un tinglado, algunos camiones de carga y descarga y los inmensos montículos de cartón, plástico o metal, le dan esperanza a más de 180 trabajadores que encontraron en la basura la motivación económica más importante de su vida.

    Carlos Rolon, es empresario aunque su pasado de carencias, violencia y episodios delictivos lo posicionan como personaje estelar de una caso de «movilidad social» más que llamativo. «Cuando me dijeron que la basura daba plata, pensé que me estaban cargando» asegura Rolon, mientras intenta explicar cómo construyó su emporio, en medio de una de las localidades más pobres de Buenos Aires.

     «El volumen de basura que genera la provincia y la capital Federal es incalculable, hoy en día solo en esta planta procesamos cerca de 400 toneladas mensuales de basura, para que sea reciclada».

    Con un salario de 20 dólares diarios, los operarios de «Carlitos» se muestran satisfechos con la posibilidad de acceder a un empleo formal a través de un oficio que aprendieron por necesidad y no por vocación. «Trabajaba en una empresa y un accidente me dejo jubilado por incapacidad,

    Gracias a Dios encontré en la basura la posibilidad de tener un ingreso», Alfredo Blanquez, tiene 56 años y se muestra orgullo de la función que cumple dentro de la planta «me encargo de separar plástico y papel, revisó más de 40 ‘bultos’ de basura por día».