Comienzan las Convenciones y casi seguramente Donald Trump será designado oficialmente candidato Republicano a la presidencia y compartirá la boleta con el Gobernador de Indiana Mike Pence quien será candidato a la vicepresidencia. Entre ambos existen notorias diferencias que en su momento hicieron dudar a Trump, pero Pence le proporciona las credenciales republicanas de las que él carece ya que hasta hace poco estaba registrado como Demócrata.
Muchos republicanos se niegan a apoyar la candidatura de Trump con quien mantienen profundas diferencias. Sin embargo, Trump supo manejarse para ganar los votos requeridos en unas elecciones primarias muy controversiales, en las que Trump abusó de los insultos, los ataques racistas, comentarios despectivos hacia las mujeres, los veteranos, los discapacitados y atacó a los mexicanos que son socios comerciales de USA junto a Canadá por el NAFTA.
Muchas de las promesas que ha hecho son ilegales y no podrá cumplirlas. Por ejemplo, es ilegal forzar a México a pagar para construir un muro divisorio entre los dos países, como también sería ilegal expropiar las remesas que los mexicanos mandan a sus familias para financiarlo. También, deportar a 11 millones de personas es una tarea poco menos que imposible. Asimismo se ha manifestado a favor del uso de la tortura para el interrogatorio de los terroristas, lo que es ilegal y que forzó a los militares a declarar que no obedecerían una orden de Trump en ese sentido.
Ha insultado a los veteranos. Al senador John McCain que peleó en la guerra de Vietnam y fue capturado por el Vietcong pasando varios años como prisionero de guerra le dijo que él no era un héroe de guerra. Que era héroe solo porque lo habían capturado. A mí me gusta la gente que no se deja capturar. La realidad de McCain es bien distinta.
Y se ensañó con la periodista Megyn Kelly cuando esta le reclamó que a las mujeres que le disgustaban las había llamado cerdas gordas, perras y animales repugnantes, como a Rosie ODonnell o cuando sus abogados negaron una pausa médica para que la abogada Elizabeth Beck pudiera sacarse leche materna usando una bomba, y cuando ella mostró la bomba, Trump eructó. Trump le dijo a Kelly Megyn, si no te gusta, lo siento. Y añadió «He sido muy amable contigo, aunque probablemente no debiera serlo por la forma en que me has tratado». Luego la criticó por su trabajo como moderadora y dijo Se podía ver que había sangre saliendo de sus ojos, y sangre saliendo de su lo que sea. Esto último como una clara alusión a la menstruación femenina. Después lanzó varios tweets insultantes y degradantes del trabajo de Kelly.
Ha dicho mentiras, aunque mentir y ofrecer lo que no se puede cumplir se ha vuelto muy común en las campañas de ambos partidos. Los políticos abusan del cinismo para hacer lucir verdaderos muchos conceptos que son falsos. Ese es un problema generalizado de la Democracia.
Joseph E. Nye, profesor de Harvard y autor del libro Is the American Century Over? (¿Terminó el siglo Norteamericano?), el pasado 6 de Julio publicó un artículo llamado Lying and Leadership (Mentiras y Liderazgo) donde decía es imprescindible una prensa independiente y activa que vele por la verdad, pero también un electorado que se oponga al cinismo y a la degradación del discurso político.
Pero faltaría a la verdad, si dijera que todos los políticos mienten por igual. Sin duda alguna, Donald Trump ha abusado de las mentiras y del cinismo de manera excesiva. Una investigación demostró que 17 veces Donald Trump ha dicho algo y después lo ha negado. PolitiFact, una organización que recibió el premio Pulitzer y que se dedica a checar la veracidad de las declaraciones políticas, encontró que el 60% of las declaraciones hechas por Trump que ellos investigaron desde que comenzó su campaña no son ciertas contra solo un 12% de las hechas por Hillary Clinton.
Solo el 22 de Julio en un discurso que duró 40 minutos, Trump dijo 30 mentiras gigantescas que están documentadas. Las más notables fueron que durante el tiempo en que Hillary Clinton fue secretaria de Estado el déficit comercial con China se incrementó un 40%. La realidad es que fue un 17%. También dijo que ella permitió que China robara cientos de billones de dólares de propiedad intelectual norteamericana, cuando en realidad ese robo comenzó mucho tiempo atrás y el Departamento de Estado no es responsable de esos asuntos.
Muy seria fue su aseveración de que el apoyo de Hillary Clinton a un cambio violento de régimen en Siria fue el causante de la sangrienta guerra civil. Eso es ignorancia o mentira, y sería muy grave que un candidato a presidente ignore que la causa de la guerra civil en Siria fue la violenta respuesta del gobierno sirio a las protestas de la primavera árabe en 2011.
Otra mentira fue que Clinton quería aceptar a cientos de miles de refugiados de los países más peligrosos de la tierra cuando Clinton ha propuesto solo aceptar 65,000 refugiados sirios. Y otra mentira fue cuando atacó la probidad de Hillary Clinton cuando dijo que había aceptado un obsequio de Joyería del Sultán de Brunei con un valor de $58,000 dólares, cuando en realidad ella no conservó el obsequio sino que se lo transfirió al gobierno como lo requiere la Ley.
Todas esas mentiras y muchas más las dijo en un solo día y en menos de una hora, pero Trump acusa a todos de mentirosos y no solo a Hillary Clinton, también lo hizo con Ted Cruz y Marco Rubio. Y tiene la costumbre de ponerles apodos a las personas, por ejemplo a Hillary Clinton le dice Crooked Hillary (Deshonesta Hillary) y a la senadora Elizabeth Warren le dice Pocahontas. Asimismo al Senador Ted Cruz le dice Lying Ted (Mentiroso Ted), al Gobernador Jeb Bush le decía Low Energy Jeb (Des-energizado Jeb) y al Senador Marco Rubio le dijo Little Marco (Pequeño Marco) y después hizo bromas sobre el tamaño de las partes privadas del senador.
Mike Pence es un Senador reconocido en la extrema derecha del Partido Republicano. Aunque maneja muchos conceptos polémicos dice mucho menos mentiras que Trump y no insulta a nadie. Es abstemio y muy religioso. Pero maneja conceptos como que fumar no hace daño, Se ha opuesto a programas republicanos como No Child left behind (Que ningún niño se quede atrás) y también al Medicare. Pence no gusta de las campañas electorales negativas.
La mezcla de ambos parece explosiva, pero Pence le da a la boleta las credenciales republicanas que no tenía, aunque sean puntos de vista que se alejan del republicano moderado. Sin embargo, en una elección, nadie vota por el vicepresidente sino por el presidente porque aunque es importante saber quién ocuparía el cargo si algo le sucede al presidente, nadie espera que le pase nada.
Esta es la opción que los republicanos presentan para las elecciones de Noviembre. En otra columna realizaré un análisis similar de la boleta Demócrata.