La arremetida de Nicolás Maduro contra la Asamblea Nacional (AN) parece no tener vuelta atrás. En alianza con el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) avanza en una carrera que apuesta a la desintegración del Poder Legislativo, el único que goza de reconocimiento y legitimidad ante la comunidad internacional.
Aunque levantar la inmunidad parlamentaria no es una medida nueva porque se aplicó en el pasado a María Corina Machado, María Mercedes Aranguren, Richard Mardo y Wilmer Azuaje, y se condimentó con la controversial ley antisalto de talanquera, ha sido en el actual período Legislativo cuando las fuerzas del chavomadurismo lo han aplicado para desintegrar, a cuentagotas, la institución que fue electa con la mayor votación en la historia republicana del país.
En los últimos días, 14 diputados han sido sometidos al retiro de su prerrogativa previa evaluación de la alta corte y con la venia de la ANC, por la supuesta vinculación con el alzamiento militar del pasado 30 de abril. Al quedar desprovistos, se pretende que sean sometidos a un proceso penal, cuya investigación lidera el Ministerio Público.
El Poder Judicial ha firmado 97 sentencias para restarle competencias a la AN y debilitar a sus integrantes. Las acciones del TSJ han dejado, a la fecha, 12 legisladores en el exilio, cinco refugiados en sedes diplomáticas, además de la detención de Gilber Caro y Édgar Zambrano. Pese al repudio internacional, se mantiene la amenaza contra todos aquellos que disientan contra la administración de Maduro.
Esto es un golpe continuado
La parlamentaria Dennys Fernández es enfática al señalar que Maduro lidera un golpe continuado mediante la persecución y con allanamientos ilegales a la inmunidad por medio de la ANC, cuando este no es el organismo natural al cual pertenecen los diputados.
En el caso de su colega, Edgar Zambrano, recuerda que no solo goza de inmunidad nacional, sino internacional, porque también es miembro del Parlamento Latinoamericano. Él goza de esa prerrogativa, de ese privilegio, según el artículo 41 del Estatuto del Parlamento Latinoamericano.
Aclara que el Parlamento es una instancia integrada por los diputados, no es una sede o edificio. La AN está en cada diputado a quien le dieron la responsabilidad de representar a un grupo de electores. No nos van a amilanar, si van contra los diputados principales, juramentamos a los suplentes. Sabemos que esta no será la última arremetida del régimen contra la Asamblea, dijo.
Las acciones se traducen en más desprestigio
El analista político Oswaldo Ramírez afirma que todas las medidas judiciales se traducen en más desprestigio contra Maduro, y por lo tanto, el asedio contra los diputados es un acto de desesperación por parte de los seguidores de la revolución.
Precisa que luego del triunfo de 2015, a Maduro le ha resultado incómodo convivir con una institución que no controla, y por ello, ha buscado la manera de neutralizarla.
El régimen busca el desangramiento lento y paulatino a través de la persecución, del no reconocimiento a la inmunidad de los diputados suplentes, como pasó con Renzo Prieto y Gilber Caro, además de romper el equilibrio de los partidos, dijo.
La AN es lo que representa, es un organismo legítimamente electo, que goza de reconocimiento dentro y fuera del país. Por más que la ataquen, no va a desaparecer, añadió.
Los diputados han declarado que seguirán con su trabajo en defensa de los derechos humanos, las denuncias de corrupción y la protección de los activos venezolanos en el extranjero.