Durante la campaña de Donald Trump como candidato a Presidente de Estados Unidos y tras su inobjetable triunfo, los grupos de odio, supremacistas blancos y a numerosas organizaciones racistas o anti inmigrantes han tomado fuerza. Aunque Trump ha negado tener alguna asociación con ninguno de esos grupos, sus virulentos discursos han energizado a esos grupos.
En un reporte publicado este año, el Southern Poverty Law Center, cuyas siglas son SPLC cuantificó 892 grupos de odio activos en Estados Unidos. De ellos 190 eran grupos del Ku Klux Klan, 94 eran grupos Neo-Nazis, 85 eran Nacionalistas Blancos, 95 eran grupos de Racistas de Cabeza Rapada (Skinheads), 19 eran grupos que se identificaban como cristianos, 35 se identificaban como Neo-Confederados, 180 eran grupos de Negros Separatistas y 184 eran grupos de odio sin una identificación específica o generalistas.
Esto ha provocado una situación de xenofobia, que en ocasiones ha causado víctimas y que requiere una acción enérgica por parte del gobierno para exterminarla. No se debe permitir la existencia de grupos de odio y debe haber leyes específicas al respecto. Los hispanos somos parte de Estados Unidos. Hemos estado desde siempre y cada día somos más.
Porque es un hecho que el crecimiento de la población de origen Hispano en Estados Unidos ha superado en mucho a las de otras etnias, sea por inmigración o debido a que la tasa de reproducción de los hispanos tiende a ser mayor. En 2020, el 20% de la población norteamericana será hispana.
El típico Blanco Anglosajón que por muchos años fue el estereotipo del norteamericano típico, ya no representa la mayoría. La población norteamericana se ha diversificado por el aumento de la población de raza negra, la hispana y la asiática. A esto hay que añadir que el mestizaje cada vez es más común y es algo que antes se veía muy poco. Hay un Melting Pot de razas que cada día es mayor.
Si nos fijamos en las películas y en los comerciales, que son un indicativo del mercado a que van dirigidas, cada día hay más presencia de parejas mixtas, sea un blanco con una negra, Una Hispana con un negro, etc. La combinación es infinita y aunque a muchos de esos grupos de odio no les guste, la población de Estados Unidos se ha diversificado.
Los hispanos han sido el grupo que más han crecido en Estados Unidos, y la palabra la usan los norteamericanos para identificar a cualquier persona cuyo origen o ascendencia sea Mexicana, Cubana, Dominicana, Centroamericana, Sudamericana y hasta los mismos Españoles, que siendo Europeos son los verdaderos hispanos.
El problema es que los hispanoamericanos (al igual que ya los norteamericanos), pueden ser Blancos Caucásicos, Negros, Indios, Mestizos de varias índoles, de ascendencia asiática, etc. Un mexicano o un centroamericano pueden ser más blancos que un norteamericano, y esto no lo comprende una gran parte de la población.
Pero los grupos supremacistas blancos se niegan a aceptar este hecho y quieren hacer de Estados Unidos un país de Blancos Caucásicos pero eso es imposible. Primero, un 15% del territorio norteamericano adquirido de México como parte de un acuerdo de paz tras una guerra.
Eso incluye todo o parte de los Estados de Arizona, California, Colorado, Kansas, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Wyoming y Utah. Y también habría que incluir a la República de Texas que se había independizado de México y que también pasó a ser parte de Estados Unidos. Y los territorios adquiridos estaban poblados por mexicanos que no eran caucásicos, que tenían raíces hispanas y que se convirtieron en estadounidenses por adquisición.
Lo mismo pasó con los puertorriqueños, que tras la guerra hispanoamericana y la conversión de la isla en Estado Libre Asociado también se convirtieron en estadounidenses por adquisición. Y aparte los negros que llegaron como esclavos y que hoy en día son norteamericanos. Pero enfoquémonos en los hispanos y veamos los datos de los censos de 2000 y 2010 y una proyección para 2020:
Los supremacistas blancos tratan de impedir que esta tendencia siga. Lo mismo pasa con las personas que se oponen a la inmigración. Sin embargo, nos encontramos ante una tendencia irreversible. Y lo mismo pasa con la población de raza negra. La diversidad étnica en Estados Unidos ya es un hecho consumado, aunque todavía no sea uniforme en toda la nación.
Pero en 2020, en Estados Unidos habrá más de 68 millones de hispanohablantes y eso que muchos ven como un problema, es un gran activo si se maneja adecuadamente. El Español y su subgrupo: El Spanglish llegaron para quedarse y nos permite acercarnos a los casi 450 millones de personas en el mundo que tienen el Español por lengua nativa más los casi 25 millones cuya competencia en el uso del español es limitada, pero lo hablan. Y hablarles en su idioma.
Si Canadá es un país con dos idiomas oficiales: El Inglés y el Francés, Estados Unidos va en camino de ser también un país que debe tener dos idiomas oficiales: El Inglés y el Español.
Es momento de terminar con los grupos de odio y con el racismo porque el futuro cercano de Estados Unidos es mestizo y se escribe en Spanglish.