La salvación del medio ambiente de nuestro planeta puede estar en parte en lo que comúnmente se asocia con la contaminación: los edificios. De un tiempo para acá han comenzado a prosperar los jardines verticales, manera novedosa de darle vida y espacio a la vegetación en las ciudades.
El jardín vertical más grande del mundo se encuentra en Bogotá. Ocupa las paredes del edificio residencial Santalaia, ubicado en el corazón de la ciudad, creado por el biólogo español Ignacio Solano, director de la firma Paisajismo Urbano.
El edificio Santalaia tiene la capacidad de producir el oxígeno que consumen el año 100 mil personas, sostiene Solano. Las plantas son regadas con aguas lluvia que el propio sistema de cultivo recicla, y economiza los gastos de mantenimiento.
Una fachada de 60 metros cuadrados puede filtrar 40 toneladas de gases, procesar el oxígeno de 60 personas al año, atrapar 15 kilos de metales pesados, 30 kilos de polvo, explica el creador de este sistema.
Ignacio Solano ya ha construido más de 300 mil metros de ecosistemas verticales alrededor del mundo y también imparte cursos de cómo crear este sistema de jardines. Ya ha formado más de 700 profesionales, la mayoría de ellos arquitectos.
