El teatro venezolano protesta con una sátira del miliciano chavista

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    La obra de teatro “La Granada” del dramaturgo y periodista argentino Rodolfo Walsh fue publicada a mediados de 1965 como una sátira directa contra el militarismo que dominó a ese país sudamericano durante casi todo el siglo XX y ese texto le sirvió al escritor venezolano Carlos “Caque” Armas para hacer una adaptación dirigida a ironizar sobre las milicias venezolanas, promovidas por revolución bolivariana y creadas por el presidente Hugo Chávez.

    Este cuerpo armado llamado Milicia Nacional Bolivariana, que formalmente no pertenece a ninguno de los componentes de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, se ha convertido en una de las figuras más importantes del gobierno de Nicolás Maduro y en el marco de las protestas han aparecido en varios actos como grupo para enfrentar a los manifestantes. Lo integran civiles jóvenes y ancianos que son entrenados para el manejo de armas.

    Esta versión de la obra de Walsh fue tomada por la directora y actriz Angélica Arteaga para montarla en las tablas con el Grupo Actoral 80 y se convierte en toda una sátira sobre el miliciano chavista, y el lenguaje que utiliza el chavismo marcado por frases y palabras como “apátrida”, “derecha opositora”, “la lucha contra el imperio”.

    La trama ocurre en el caserío Bergantín, donde un joven miliciano activa una granada por accidente y para evitar que explote le coloca un dedo encima, eso propicia que el personaje del capitán Montilla, personificado por el actor Wadih Hadaya, promueva un juicio contra el miliciano.

    Los actores de esta agrupación mantienen esta obra en el marco de las manifestaciones que se están realizando en Venezuela contra la ruptura institucional propiciada por el gobierno de Maduro, cuya gestión ya empieza a ser calificada de dictadura. Incluso, han hecho presentaciones gratuitas como parte de las protestas que han hecho estos artistas.