Tras varias semanas de dilaciones, Francia repatrió este viernes a cinco hijos de yihadistas franceses que estaban en campos en el noreste de Siria bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Estos niños, de cinco años de edad o menos, son los primeros en ser repatriados por Francia. Son todos huérfanos de madre y se desconoce el paradero de sus padres, indicó una fuente diplomática.
Los niños, que llegaron a Francia el viernes por la tarde en un avión militar, fueron puestos inmediatamente bajo supervisión médica, señaló el ministerio de Relaciones Exteriores.
Cuatro de ellos «están relativamente bien» pero el quinto está «herido», detalló una fuente diplomática francesa.
«La decisión se tomó en vista de la situación de estos niños muy pequeños y particularmente vulnerables», explicó el ministerio de Relaciones Exteriores, que dijo estar en contacto con sus familiares en Francia.
Otros menores podrían llegar tras este primer contingente, señaló a la AFP una fuente diplomática, que subrayó no obstante que no se permitirá que ninguna madre, algunas de las cuales también combatieron junto al EI, regresen a Francia junto a sus hijos.
– Unos 3.500 niños –
Como muchos otros países europeos, Francia se enfrenta al dilema sobre qué hacer con las esposas e hijos de los yihadistas que han muerto luchando en Siria o Irak o que han sido hechos prisioneros en esos países.
Unos 3.500 niños de unas 30 nacionalidades se encuentran en tres campos en el noreste de Siria, donde una ofensiva de cinco años contra el grupo del Estado Islámico (EI) está llegando a su fin, según cifras de la ONG Save the Children.
Algunos países, incluyendo Rusia, han repatriado a docenas de niños cuyas madres están detenidas en Siria o Irak y los ha entregado al cuidado de abuelos o familias de acogida, pero países como Bélgica y Reino Unido se muestran reticentes a hacerlo.
El miércoles, el presidente Emmanuel Macron dijo que el gobierno estaba adoptando un enfoque «humanitario» caso por caso con respecto a los niños, pero que la posición del gobierno sobre los «combatientes adultos y los yihadistas que siguieron a Dáesh al Levante no había cambiado: deben ser juzgados en el territorio donde cometieron sus crímenes».
– Cooperación de las FDS –
La situación de los niños cobra mayor urgencia a medida que se acerca el asalto final contra el EI en torno al último reducto del grupo yihadista en el extremo oriental de Siria, en la ciudad de Baghuz.
Miles de yihadistas y sus familias se han entregado a las Fuerzas Democráticas sirias (FDS), un grupo dirigido por los kurdos que ha encabezado la lucha contra la EI sobre el terreno desde 2014, con la ayuda de una coalición dirigida por Estados Unidos.
Francia agradeció a las FDS por ayudar a repatriar a los niños. Su «cooperación (…) hizo posible este desenlace», dijo el ministerio de Relaciones Exteriores.
El retorno de estos niños se produce unos días después de que Reino Unido fuera blanco de críticas tras el anuncio de la muerte en Siria del bebé de una joven a quien se le retiró la nacionalidad británica por haberse unido al Estado Islámico en 2015.
Shamina Begum, de 19 años, había pedido regresar al Reino Unido con su hijo, Jarrah, que nació en febrero. El gobierno se lo rechazó. Su bebé murió poco después de neumonía.
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