La capacidad termoeléctrica en Venezuela ha sufrido una caída libre durante la administración de Nicolás Maduro. Para el año 2013 la generación de energía hidroeléctrica y termoeléctrica era de 64% a 36%, respectivamente. La Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela (UCV) calcula que actualmente esa proporción es de 85% a 15%.
La indisponibilidad de generación térmica se debe a la falta de mantenimiento y modernización de los equipos, pero principalmente a la escasez de combustible que proveía Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que ha sufrido una drástica y sostenida caída en su producción desde 1999.
De acuerdo con un informe elaborado por Julio Molina Guzmán, director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la UCV, la disponibilidad térmica del Zulia es de 14% (395 MW) de la capacidad instalada (2918 MW), mientras que en la región central del país es de 23% (2400 MW) de la capacidad instalada (10360 MW). Esa situación se reproduce en el resto del país.
Estos datos coinciden con la denuncia del presidente de la Federación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Afines (Aviem), Winston Cabas, quien afirma que Pdvsa no produce los combustibles que las termoeléctricas necesitan para funcionar.
Pdvsa en cifras
Cuando Nicolás Maduro llegó al poder hace seis años el consumo de combustibles del sector eléctrico era de 249.000 barriles diarios (b/d). Según el Informe de gestión de Pdvsa 2016 y el Informe del comisario de Pdvsa 2017, esa cifra cayó a menos de 160.000 b/d.
El combustible que requerían las plantas termoeléctricas se producía totalmente en las refinerías del país, pero luego del accidente ocurrido en el año 2012 en Amuay la producción comenzó a mermar drásticamente. Según datos del Departamento de Energía de Estados Unidos, en 2018 Venezuela importó desde Estados Unidos un promedio de 35.800 b/d de diésel para el sector eléctrico. Es decir, la cuarta parte de su consumo interno.
Falta de mantenimiento
Una fuente de Pdvsa que consultó HispanoPost afirmó que a la ineficiencia en la producción de diésel y gas se suma la falta de mantenimiento. Las plantas de generación termoeléctrica que proveen de energía a la región centro occidental del país tienen una capacidad de almacenamiento mínima o nula porque los tanques que les permitían autonomía se encuentran averiados y la directiva de la empresa estatal ha decidido no repararlos.
No hay suficientes cisternas para atender esas necesidades y entonces desvían las que están destinadas a abastecer estaciones de servicio. Hay plantas donde tienen que pernoctar permanentemente 11 o 12 camiones cisterna porque no existen tanques de almacenamiento. Todas las plantas del centro occidente están en esas condiciones.
El deterioro que sufre Venezuela en su infraestructura vial también incide en la merma de la generación termoeléctrica. Por ejemplo, la planta de La Fría en el estado Táchira se alimenta con diésel. A veces tenemos la cisterna y el producto, pero las fallas de borde o la lluvia nos impide suministrarlo.
Esta versión coincide con la denuncia que realizó el lunes 11 de marzo el presidente de Aviem, Winston Cabas. En los Andes venezolanos está prácticamente paralizada la central termoeléctrica Don Luis Zambrano por falta de combustible.
El 28 de abril del año 2008, hace 11 años, comenzó lo que el gobierno chavista denominó emergencia eléctrica. Ese día 18 estados, es decir 70% del país, quedó a oscuras durante cuatro horas. La falla pudo solventarse con rapidez porque el parque de generación termoeléctrica funcionaba con mayor eficiencia.