Figuras civiles vinculadas al Frente Francisco de Miranda y relacionadas con el control de los colectivos podrían tener un peso importante en la recomposición del nuevo gabinete del gobierno de Nicolás Maduro. Así lo considera el analista político Piero Trepiccione, quien subraya que en el chavismo la lealtad es crucial y no se circunscribe a la Fuerza Armada.
Es probable que los militares sigan teniendo un papel preponderante, pero este cambio busca operatividad y lealtad principalmente. Operatividad para la defensa del poder más que para medidas económicas o medidas sociales.
La revolución bolivariana se encuentra en una posición compleja: el cerco financiero impuesto por la comunidad internacional se ha ido cerrando y compromete su margen de maniobra en un escenario donde se observa una desconexión con el descontento popular y el deterioro de las bases de apoyo del chavismo.
El reciente anuncio sobre la restructuración del gabinete ministerial ocurre en un contexto donde el índice de pobreza se ha disparado vertiginosamente de acuerdo con Encovi 2018, 87% de la población es pobre- en la misma proporción que el salario perdió 75,9% de su poder de compra. En paralelo, la oposición venezolana ha retomado la calle con una renovada fuerza.
En opinión Trepiccione, la decisión también obedece a la necesidad que tiene la coalición gobernante de recuperar la agenda pública nacional e internacional, que perdió en enero tras la juramentación del diputado Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.
Una medida de esa naturaleza le permite retomar la agenda informativa y al mismo restructurar sus cuentas de acuerdo con el nivel de lealtades del llamado Polo Patriótico. Seguramente con este cambio va a tratar de colocar en los ministerios más importantes a personas con las que puede contar en los escenarios más duros que le va a tocar afrontar en las próximas semanas, señala Trepiccione.
El politólogo Edgar Gutiérrez señala que la inestabilidad política del país pudo postergar los cambios y coincide con Trepiccione en que los nombramientos se orientan a consolidar el segmento más duro de su gabinete en las posiciones más importantes.
Todavía tiene un margen para eso, por ejemplo, dándole mayor visibilidad y poder a Freddy Bernal. Quizás haga algún cambio en el sector eléctrico debido al apagón, pero me parece que lo más probable es que veamos un nuevo reciclaje de personajes ( ) Para mí, lo único que sería verdaderamente significativo -más allá que ocurran muchos enroques predecibles- es que haya un cambio en el Ministerio de la Defensa, apunta Gutiérrez.
Enroque revolucionario
Sergio Sánchez, representante del chavismo disidente y del Frente Amplio Venezuela Libre, considera que el anuncio de nuevos nombramientos es una forma de evadir la responsabilidad de la crisis y generar esperanza entre los seguidores del chavismo.
Personalmente no creo que vaya a haber mayor cambio. Maduro es preso de un conjunto de sectores y él a su vez es carcelero de ellos mismos. Pero tampoco puede desplazarlos porque hay cuotas de negocios, feudos. Este es un gobierno sostenido sobre la biopolítica que imposibilita hacer cambios de estructura.
Indica Sánchez que hay un quiebre en la cúpula gobernante. Afirma que saldrán de la estructura quienes hayan manifestado voluntad de hacer cambios en la política o de negociar con la oposición. El presidente Maduro es absolutamente irritable e intolerable a la crítica y esto no le gusta. Además, el cambio de ministros es una manera de decir yo no tengo la culpa de lo que está pasando.
Unión cívico militar
La política de restructurar por completo el gabinete Ejecutivo no es nueva en la revolución bolivariana, asegura el analista político e internacionalista Basem Tajaldine. Considera que en la actual coyuntura que atraviesa Venezuela servirá para dar un nuevo impulso en aquellas carteras donde los ministros han fallado.
Destaca el experto que en sus 20 años de gestión, el actual gobierno ha insistido en la llamada unión cívico militar y por eso en esta restructuración estarán integrados civiles y miembros de la Fuerza Armada.
De hecho son civiles uniformados. Dentro de la concepción del bolivarianismo es indistinto si los militares toman más espacio dentro de las instituciones del Estado porque no existe esa diferencia, no debe ser objeto de sorpresa ni de críticas porque el mismo presidente Chávez provenía de las filas militares. El que un uniformado esté al frente de una institución pública no lo hace menos meritorio, lo que se debe esperar es que los cuadros al frente de las instituciones tengan preparación técnica en el área, puntualiza.