Los espacios del imponente Circo Máximo de Roma- un majestuoso centro de diversión en el período imperial- todavía atrae la atención de turistas y amantes del arte.
HispanoPost recorrió la infraestructura que tenía una extensión de 600 metros de largo y 10 de ancho. Allí se esperaba hasta el amanecer para que los espectadores pudieran tener la mejor ubicación. Los senadores y caballeros tenían destinados puestos privilegiados en la galería más grande.
La arqueóloga María Letizia Buonfiglio relató que se celebraban distintas carreras durante el día y los ganadores no solo obtenían un premio en metálico sino fama.
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