Hurtos en el Luis Razetti dejan sin cura a pacientes con cáncer

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    Desde finales de agosto hasta mediados de septiembre se han registrado tres hurtos en el Instituto de Oncología Dr. Luis Razetti, ubicado en Cotiza, y las consecuencias de los hechos delictivos las viven los pacientes y los médicos de este centro de salud.

    Medicamentos para aliviar el dolor de 500 pacientes con cáncer fueron hurtados en la Unidad de Cuidados Paliativos el pasado martes 10 de septiembre, cuando se cumplió el natalicio número 157 del doctor a quien hace honor la institución. A causa de ello se han cerrado las consultas hasta nuevo aviso.

    “Se robaron todo para tratar a los pacientes con dolencia y no dejaron nada. Se llevaron medicamentos, computadoras y equipo de trabajo. Además, ayer intentaron abrirle el carro a una colega y en la tarde robaron el Directv del hospital”, afirma Herlic Sotillo, médico del oncológico Luis Razetti desde hace tres años y quien estaba de guardia el domingo 15 de septiembre.

    La Unidad de Cuidados Paliativos atiente aproximadamente a 70 pacientes cada día, pero ahora las consultas están en pausa, confirma una de las trabajadoras del lugar.

    Debido al hurto se tomó la decisión de soldar una reja en una de las puertas de los cuartos de Cuidados Intensivos para que en caso de que ocurriera otra no se pierda lo más importante: las medicinas. El pasado martes, “los delincuentes ingresaron por una ventana que da a la calle, aunque fue reforzada con soldadura, y justo hoy pusieron la reja en la puerta”, explica la trabajadora.

    “Seguridad no hay, insumos médicos no hay y los quirófanos fallan”, detalla Sotillo al contar que “actualmente volvieron a funcionar tres quirófanos, pero no hay anestesiólogo y cada día se tiene que buscar a uno que haga la caridad para poder operar”.

    El especialista en cirugía oncológica enfatiza que “una paciente con cáncer de mama que llega hoy al hospital y necesita ser tratada quirúrgicamente entra en una lista de espera de más de 300 personas para ser operado en 8 meses, es decir, en abril de 2020. Entonces pacientes que llegan en un estado temprano se hacen localmente avanzados y los que son localmente avanzados se convierten en metastásicos”.

    “Sin poder operar, sin quimio y sin consulta, el paciente que llega ahorita literalmente está desahuciado”, afirmó Sotillo.

    En el interior del hospital hay personas encargadas de la seguridad y están en constante comunicación con los médicos. Sotillo afirma que habló con ellos el domingo tan pronto se enteró que había un problema con el Directv, cuya conexión está en la azotea y presta servicio tanto a la Unidad de Pediatría como a la sala donde los especialistas reposan durante las guardias, pero la respuesta fue tres horas después y ya era tarde, recalca el cirujano oncológico.

    A estos hurtos se le suma el ocurrido el 23 de agosto cuando la campana de bronce de 300 kilos desapareció de la infraestructura del instituto a pesar de estar en una de las zonas más altas del hospital.

    Sotillo expresa que hace un año en el instituto oncológico se robaron las tuberías de aire acondicionado y hace tres meses todas las computadoras de las consultas. A esos problemas se suma que “no hay ni analgésicos para dar”.

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