There´s a time for departure, even when there´s no certain place to go- Tennessee Williams
¡Día 100! ¡Lo conseguí!, pero en las más débiles condiciones de vida. La muerte acecha cual seria amenaza. Demasiado débil para caminar. Literalmente atrapado en tierra salvaje. No es ningún juego.
Prisionero de la más cruel inanición, en la soledad de su Magic Bus un desvencijado autobús, improvisado refugio durante su aventura en Stampede Trail, en pleno corazón del implacable interior de Alaska, Christopher Mccandless refleja en su diario un desenlace que siente inminente. Es el 5 de Agosto de 1992. Sólo tiene veinticuatro años.
Cien días han transcurrido desde que Jim Gallien, electricista de Fairbanks y experto cazador, recogiera a aquel incauto, pero simpático, autoestopista que, pulgar en alto y rifle sobre el hombro, tiritaba al alba en mitad del desolado y nevado sendero.
Voy a adentrarme en el bosque y viviré de la tierra durante unos meses, indica a un atónito Gallien, cuyo asombro se torna en preocupación al saber que, sin más alimento que diez libras de arroz, carece de utensilios absolutamente esenciales para sobrevivir en las extremas condiciones que le aguardan; confiando su orientación en el frondoso bosque a un exiguo mapa sustraído de una gasolinera.
Infructuosos los intentos de persuadirle durante el trayecto hasta el inicio de Stampede Trail, consigue, cuando menos, que acepte sus botas de caucho: Si sobrevives llámame y te diré como devolvérmelas.
A las puertas de su sueño, el joven no puede reprimir una enorme emoción y, tras despedirse, avanza exultante sobre la nieve.
Conmovido por la desgracia; por el evidente paralelismo con su propio pasado; y por las cientos de misivas contemplando al aventurero como un perturbado, un arrogante novato sin la humildad para tomar las debidas precauciones y un mal hijo que ocultó durante dos años su paradero a sus angustiados padres; el, entonces desconocido, montañista Jon Krakauer, que, poco después del hallazgo del cadáver, contó la tragedia como articulista de la revista Outside, decide buscar, obsesivamente, la verdad.
Publicado en 1996, Into The Wild narra la historia de Christopher Mccandless, un chaval de veintidós años, buena familia, exitoso deportista y estudiante que, tras graduarse con honores, dona los veinticuatro mil dólares remanentes de su fondo estudiantil a beneficencia y, renunciando a la seguridad de un futuro convencional, desaparece para dar un largo paseo por el lado marginal de la sociedad; dejando atrás sus raíces y adoptando una nueva identidad Alexander Supertramp, símbolo de un nuevo camino sin retorno.
Tras una incansable investigación recorriendo durante un año los mismos lugares que el protagonista y recogiendo el testimonio de la sucesión de inconformistas e inadaptados con quienes coincidió durante su odisea; así como de sus padres (Walt y Billie) y de su adorada hermana Carine, Krakauer reconstruye su perfil psicológico: un muchacho poseído por un utópico idealismo, que detesta el materialismo imperante y sufre ante las penurias de los desamparados; con una imperiosa necesidad de exponer su cuerpo al límite: Se lo importante que es en la vida no necesariamente ser fuerte, sino sentirte fuerte; medirte a ti mismo al menos una vez; enfrentarte al menos una vez a las más ancestrales condiciones humanas.
Un tipo con un riguroso, a la par que ingenuo, código moral, capaz de recorrer en su adolescencia los más sórdidos rincones de Washington, para charlar con prostitutas e indigentes y sugerirles cómo pueden mejorar sus vidas; mientras sus coetáneos se dedican a ligar en los bares de moda.
Atrapados por la misma devoción que Christopher provocó en cuantos le conocieron, tanto Krakauer, como Sean Penn que dirigió la impactante versión cinematográfica emitida en 2007 y Eddy Vedder autor de la magnífica banda sonora, homenajean su espíritu indomable, mostrando cuan bella es la naturaleza en estado puro y cuan limpia el alma de quienes habitan bajo el sol, guiados únicamente por la fuerza del destino.
Krakauer consigue demostrar que, lejos de un inepto, su personaje era un tipo inteligente que consiguió, pese a su inexperiencia, sobrevivir durante cuatro meses en las más duras circunstancias; obviando la debida cautela posiblemente para acentuar el desafío; y que, no sólo no murió, como se dijo en su momento, por ingerir las raíces de una planta tóxica Wild Sweet Pea, confundiéndola con otra comestible Wild Potato, sino que hubiera salido airoso de no mediar dos errores fundamentales:
-No tener en cuenta que el deshielo iba a convertir el Teklanika River, cuyos largos trechos helados había cruzado plácidamente en Abril, en una sucesión de inabordables rápidos y corrientes, que impedirían atravesarlo de vuelta. La peor época para recorrer la Alaska profunda es, paradójicamente, la veraniega.
– No disponer de un completo plano topográfico, que le hubiera desvelado la cercana existencia de un tramo donde la profundidad del río hubiera, posiblemente, permitido vadearlo; así como de un grueso cable de acero, con una cesta de aluminio suspendida por medio de poleas en uno de sus extremos, que unía, vía aérea, ambos lados del Teklanika River.
Pero, ¿qué lleva a un hijo a huir manteniendo una incomunicación total de dos años respecto de su familia?
Cuando Walt un eminente ingeniero aeroespacial inició su relación con su, entonces secretaria, Billie, todavía seguía casado con su primera esposa, Marcia, quien, a más inri, estaba embarazada; simultaneando clandestinamente ambos hogares durante años de hecho, tres meses antes del nacimiento de Christopher, Marcia había dado a luz a Shannon; y todavía alumbraría a Quinn, poco antes de que Carine fuera engendrada por Billie. Cuando, en una de sus escapadas, Christopher descubre algunas muy graves particularidades ocultas durante lustros, alberga dentro de sí un gran desprecio que será el detonante de su desaparición.
Por ello, muy dolida con la actitud de mártires que han perdonado el pecado del hijo villano adoptada por sus progenitores durante todo este tiempo, Carine, que en su momento rogó a Krakauer y Penn que omitieran determinados detalles para no agravar el dolor de sus padres, decide contar la realidad descarnada.
Editado en 2014 The Wild Truth nos muestra a Walt como un individuo autoritario, hipócrita y alcohólico que ejerce una elevada violencia respecto de su mujer víctima y, a la vez, cómplice e hijos.
Mis pies cruzaron el umbral sin tocar el suelo. Mis sandalias cayeron mientras él me levantaba por el cuello y hombros golpeándome repetidamente contra la pared; un profundo y feroz rugido escapó de su garganta, mientras me arrojaba sobre el sofá aplastándome con su peso e insultándome: ´Eres una jodida zorra´.
Pero si duro había sido el ataque, peor aún la reacción materna cuando Carine cuyo error había sido, simplemente, tener una cita y volver a casa a la hora estipulada llamó por teléfono a la ausente Billie para relatarle lo sucedido: ¿Sabes una cosa Carine? Eres una zorra mentirosa.
Roto en lo más profundo de su corazón, Christopher quiso escapar del padecimiento vinculado al apego humano, para buscar la felicidad emulando la esencia salvaje dibujada en las joyas de sus admirados Jack London, Leo Tolstoy y Henry David Thoreau.
Estas equivocado si crees que la alegría emana principalmente de las relaciones humanas. Dios lo ha puesto todo a nuestro alrededor. Sólo debemos tener el valor de volvernos contra nuestro habitual estilo de vida y embarcarnos en una existencia no convencional- escribió a su amigo el anciano Ronald Franz, uno de los más afectados por su fallecimiento.
Pero, a las puertas de su adiós, comprendió que nada somos sin amor: Happiness only real when shared.