Los iraníes comenzaron a votar en las presidenciales en un ambiente relajado, pese a lo disputado de la elección entre el actual mandatario, el moderado Hasan Rohaní, y el clérigo conservador Ebrahim Raisí.
Más de 56 millones de iraníes están convocados a las urnas en Irán, donde las autoridades han habilitado un total de 63.500 centros de votación.
También han sido desplegados 71.000 supervisores y unos 300.000 policías para garantizar la limpieza y la seguridad de los comicios.