Jordi Cruyff está entrenado en ser un nómada desde pequeño, primero gracias a la carrera deportiva de su padre, el legendario jugador y entrenador holandés Johan Cruyff, y después por sus propios méritos.
De Barcelona a Gran Bretaña, Ucrania, Malta y cuando dejó de jugar y pasó a ejercer el cargo de director deportivo, lo hizo primero en Chipre y ahora en Israel. Con el Maccabi de Tel Aviv.
Cuenta a HispanoPost que nunca pensó estar tanto tiempo en Israel, pero que Tel Aviv le encanta, habla con dulzura de su padre y enfatiza que en la vida el plan B es tan importante como el plan A.