Julián Raven, el malagueño que lo dejó todo por Trump

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    Julián Raven es un español de adopción que sigue al aspirante republicano a la presidencia Donald Trump por todo el país. Nos lo econtramos en Iowa, después de haber recorrido miles de kilómetros desde Nueva York, donde ahora reside. Tras 20 años en Estados Unidos, Raven, un artista y pastor evangelista, se nacionalizó estadounidense en otoño pasado.

    Poco después tuvo una nueva revelación: Donald Trump es el enviado por Dios para sacar a Estados Unidos de sus penurias. Por ello dedicó las siguientes semanas a componer un gigantesco lienzo de 7 por 15 pies en el que ensalza la figura de salvador de Trump y a vender todas sus posesiones para comprarse un camión con el que desde entonces ha seguido a Trump por toda la geografía estadounidense. La gran pintura, que Raven siempre carga en el camión, presenta un Estados Unidos al borde del colapso y salvado por el muro con México, que él asegura es una de las mejores propuestas del magnate.

    Raven pasó gran parte de su juventud en Marbella. Por ello, asegura con acento andaluz: ¨»¡Chiquillo, pero si yo soy malagueño!». En Marbella se dedicó a «la mala vida», «los cubatas, la noche y los bares», pero, según cuenta, vio la luz desde los alto del Monte de La Concha, que se erige a espaldas de la costa marbellí, y tuvo una revelación. Raven es ahora una persona religiosa que no tiene duda de que Trump, al que ha conocido personalmente, será presidente de Estados Unidos y se convertirá en un ejemplo para otras naciones.