Aunque el delito del secuestro en Colombia ha caído de manera significativa, versiones sin confirmar y especulaciones sostienen que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) podrían tener en su poder a más de 100 secuestrados. No obstante, esa organización lo niega.
Familias de toda Colombia claman por la devolución de parientes que esa guerrilla se llevó y de los cuales jamás volvieron a saber nada. Aún hoy, cuando se ha firmado la paz con esa guerrilla, no hay noticias de cientos de secuestrados.
Es el caso del médico capitán Carlos Alberto Hernández. A su esposa le robaron el carro, los ladrones lo contactaron a él para que fuera hasta la ciudad de Villavicencio con 200 mil pesos que debería pagar para recuperarlo. Cayó en la trampa, viajó y fue raptado por el frente 51 hace 18 años. Lo último que supo su mamá Lilia de Hernández fue que desde su teléfono celular hicieron llamadas para extorsionar a otros exsecuestrados.
Se presume que muchos secuestrados murieron en cautiverio y a pesar de ello las FARC cobraron por los rescates a sabiendas de que no podían liberarlos.
Uno de los más grandes meollos que tendrá la paz de Colombia para que pueda aclimatarse será el de las personas que fueron secuestradas y desaparecidas en general en hechos que se le atribuyen no solamente a las FARC sino también a agentes del Estado, paramilitares y a otras guerrillas.
