La aplicación de tecnologías ambientales consiste en aprovechar procesos naturales, como el de la descomposición de los deshechos, y aprovecharlos para lograr un beneficio. En el caso de la lombricultura, los biólogos han encontrado la manera de hacer que las lombrices trabajen para el ser humano tomando desperdicios agrícolas, basura orgánica y hasta desechos fecales para transformarlos en tierra fértil, creando incluso un beneficio económico.
En las granjas de lombricultura se aprovechan follajes, basura orgánica y otros deshechos que normalmente se utilizarían como relleno sanitario para transformarlos en instalaciones especiales, en dónde altas concentraciones del tipo adecuado de lombrices los transforman en pocos meses en tierra con alta carga de nutrientes, que puede utilizarse como abono de primera calidad en los mismos procesos agrícolas.
