Los barrios del poniente de Monterrey, al noreste de la república mexicana, suelen sufrir de violencia local, muchas veces originada y ejecutada por pandillas resolviendo problemas territoriales.
Para combatir la violencia, distintas pandillas juveniles se reúnen a convivir y pactar una tregua que dará paz a los vecinos y seguridad a los mismos pandilleros.