La población brasileña es mayoritariamente negra, un 53%, pero a pesar de ello sigue existiendo una gran marginación racial. Recluidos en favelas o en barriadas más humildes en las grandes ciudades, los negros históricamente siempre tuvieron menos oportunidades en Brasil. Con su incorporación a las universidades y al mercado de trabajo fueron conquistando espacios propios dentro de la sociedad y aún continúan en la luchan por romper las barreras de la discriminación.
Hoy existen distintas iniciativas que reivindican el orgullo negro, la estética, la gastronomía, la cultura y la música de raíces afrobrasileñas. El estilo afro ha dejado de estar mal visto para convertirse en una representación de la lucha negra. Las mujeres negras han dejado de alisar su pelo para conseguir ser aceptadas en sociedad, hoy los cabellos crespos se ha convertido en la bandera de la negritud y la aceptación de su propia cultura.
La «Feria Negra, que daba sus primeros pasos hace ahora quince años en la ciudad de São Paulo, es uno de los mayores eventos de la cultura negra de América Latina.
Este año, por primera vez llegaba a Río de Janeiro, para promover el encuentro de iniciativas afro creativas, desde los emprendedores hasta la producción cultural de la población negra carioca. Un encuentro que coincide además con el centenario del género musical de la Samba, creado por negros y que transformó la identidad cultural del país, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La Feria se ha convertido ya en un símbolo de resistencia de la población negra.
La Feria que comenzó con 40 emprendedores, hoy día cuenta con más de 100 y su fundadora, Adriana Barbosa sueña con expandir la iniciativa por todas las ciudades de Brasil. Según la última encuesta del SEBRAE, institución que fomenta el emprendimiento en Brasil, en el sector micro empresarial la población negra es mayoritaria.
