Un policía estadounidense tuvo una de las noches más extrañas de su carrera, pues al atender una llamada sobre un presunto robo a un auto se encontró con que dentro del vehículo no había ningún ladrón sino un oso. El agente ayudó al animal a huir.
Un policía estadounidense tuvo una de las noches más extrañas de su carrera, pues al atender una llamada sobre un presunto robo a un auto se encontró con que dentro del vehículo no había ningún ladrón sino un oso. El agente ayudó al animal a huir.
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