Noris Brown perdió a Daniela, su hija de 12 años, por negligencia médica en Camagüey, Cuba.
«El viernes 2 de octubre del 2015, al regresar de su escuela, me dijo que se sentía cansada y que tenía un leve dolor de cabeza. Según ella, nada para alarmarse. No obstante, le puse el termómetro y no marcó fiebre. Le suministré dos Dipironas para el dolor de cabeza». La madre relata que el malestar continuó durante varios días así que decidió llevarla al hospital.
Luego de ser remitida a varios médicos sin obtener respuestas y en centros de salud en la peoreos condiciones, la niña empeoró y tuvo que ser recluida en terapia intensiva. A los dos días falleció.
La madre presentó una queja al Consejo de Estado. Esta fue remitida a la Dirección Provincial de Salud de Camagüey, y se creó una comisión investigadora del caso, que dictaminó, entre otras deficiencias, que en el servicio de urgencia no se hizo el diagnóstico adecuado de su enfermedad y por lo tanto, no se realizó el seguimiento correcto. Como consecuencias de estos hechos, los médicos fueron sancionados administrativamente. Sin embargo, Noris asegura que una sanción administrativa no es acorde al dolor de la muerte de su hija.
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