Prostitutas trabajan para crear su propio gremio en Argentina

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    La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar) no termina de ser un sindicato pero lucha por los derechos de las prostitutas como si lo fuera. Camino a ser reconocidas como gremio, luchan todos los días contra la desigualdad laboral, la postergación de los beneficios básicos de cualquier trabajador argentino y, principalmente, contra la discriminación y los apremios ilegales que sufren, todos los días, a manos de las fuerzas policiales.

    La sociedad argentina nunca termina de aceptar a las trabajadoras sexuales, sin embargo cualquier ciudadano podría decir, casi con exactitud, donde funciona el comercio de sexo en la ciudad. Flores, Once, Retiro o Constitución son las zonas rojas «Tabú» de la Capital Federal y no es casualidad que sea en esos barrios donde se busca el sexo rentado, algo o alguien hizo que las prostitutas siempre queden ligadas al delito, la marginalidad o la droga y justamente es en los márgenes de la ciudad donde ese cúmulo de oscuridad encuentran su lugar en el mundo. 

    Georgina Orellana, Secretaria General de AMMAR e histórica impulsora de la defensa de sus derechos, afirma «la prostitución merece ser reconocidas como cualquier otro trabajo, nosotras tenemos hijos, tenemos necesidad de ir a un hospital no podemos vivir en la clandestinidad». La asociación a la que representa tiene la difícil tarea de incentivar, a mujeres y transexuales, a acercarse y hacer valer sus derechos, «muchas mujeres tienen miedo porque sufren amenazas, la policía es nuestra principal enemiga y las amedrentan para que no busquen amparo en nuestra figura legal».