¿Quién es Tim Kaine? Perfil del compañero de fórmula de Hillary Clinton

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    Tim Kaine, senador demócrata por Virginia, es el escogido por Hillary Clinton como compañero de fórmula.

    Egresado de la Facultad de Leyes de la Universidad de Harvard, Kaine, de 58 años, figuró durante semanas entre las posibles piezas de la formula presidencial, junto a otros líderes demócratas como el congresista californiano, Xavier Becerra, los secretarios de Trabajo, Tom Pérez y de Vivienda, Julián Castro, así como los senadores Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Cory Booker, de Nueva Jersey, y el almirante de cuatro estrellas,  James Stavridis, ahora jubilado.

    No es la primera vez que Kaine aparece entre las primeras opciones para asumir la vicepresidencia de Edtados Unidos. En 2008, Barack Obama barajó su nombre hasta decantarse por Joe Biden.

    Se ha ganado el apoyo de la mayoría de los grupos cívicos hispanos por su respaldo de una reforma migratoria integral y otras políticas de corte progresista que benefician a esta minoría.

    Casado y con tres hijos, Kaine es lo suficientemente joven para afianzar el voto de los llamados “Baby boomers” (aquellos nacidos entre 1946 y 1964), y tiene una larga trayectoria de defensa de las familias trabajadoras.

    También tiene una vasta experiencia política: en menos de una década, entre el 2002 y 2009, fue alcalde de Richmond hasta saltar a los cargos de vicegobernador y gobernador de Virginia, un estado clave en la contienda del próximo 8 de noviembre.

    De profunda fe católica e inspirado en la tradición jesuita, su labor en barrios marginados y zonas rurales de Honduras entre 1980 y 1981 abonó su compromiso con temas de justicia social, igualdad racial y derechos civiles, que ha trasladado también a la defensa de una reforma migratoria integral.

    Kaine es un férreo opositor de la pena de muerte.

    No está libre de controversia, al menos de cara a la base progresista del partido, porque apoya la promoción de la abstinencia entre los jóvenes; suscribió cartas para reducir las regulaciones de bancos regionales y comunitarios;  apoya la exploración petrolera en altamar y, en su momento, respaldó las negociaciones para el acuerdo comercial de la Alianza Transpacífico.

    Tampoco apoya personalmente el aborto pero considera que el gobierno no debe restringir los derechos reproductivos de la mujer. 

    Sin embargo, sus posturas centristas y su aparente capacidad de negociación para forjar consenso entre demócratas y republicanos ofrecerían a los votantes un contraste con la implacable hostilidad con la que habla Trump.