«Quiero encontrar, aunque sea, un hueso de mi padre»

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    Ascensión Mendieta perdió a su padre Timoteo nada más terminar la Guerra Civil. Ella tenía 13 años y ahora tiene 91. No quiere morirse sin ver un hueso de su padre, fusilado en 1939 por pertenecer al sindicato socialista UGT.

    Hace un año, y gracias a una jueza argentina, Ascensión Mendieta pudo presenciar la exhumación de la Fosa 2 en el Cementerio de Guadalajara (a 50 kilómetros de Madrid). No se encontró a su padre como decía el registro pero sí a otros 22 fusilados por el Gobierno del General Franco.

    Hace unos días y gracias a la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica) se procedió a abrir la fosa 1 con la esperanza de que Timoteo esté enterrado allí, junto a otros 24 fusilados por defender la república. HispanoPost acompañó a Ascensión en ese día tan importante y lo seguirá haciendo hasta que se confirme la buena noticia: que los restos encontrados en el cementerio de Guadalajara son los de su padre.