Otro ritmo, otros cantos, otros protagonistas. El gobierno de «Cambiemos» vivió su primera marcha en apoyo a las políticas y los cambios que ha implementado el presidente de Argentina, Mauricio Macri. Lejos de las habituales y multitudinarias columnas de diferentes movimientos de trabajadores que se reúnen en los alrededores de la Plaza de Mayo, el 1 de Abril fue un día diferente y se vivió de manera tal.
Día no laborable, familias que lo vivieron como un paseo de fin de semana y la bandera «de ser pacíficos y genuinos», fueron los cimientos de una marcha que terminó siendo más multitudinaria de lo que se esperaba.
Un llamativo saxofón que reemplazó al bombo, símbolo de la protesta obrera, tampoco hubo protestas por Sube (sistema único de boleto electrónico del transporte público). Así se evidenciaron claramente las preferencias de cada parte del pueblo, quienes viven a la derecha o la izquierda de «la grieta» que los aleja políticamente.
Esta vez fue el turno de «defender la democracia», o al menos ese fue el lema de quienes se autoconvocaron para apoyar al actual Gobierno; pero el teatro de operaciones sigue siendo el mismo y en La Plaza solo cambian los ritmos.
