La empresa Rostec detectó robos en la construcción de la fábrica de fusiles de asalto Kaláshnikov en Venezuela y ahora, Rusia investiga el asalto. Así lo informó este miércoles 17 de abril el jefe de la Fiscalía General de Rusia, Dmitri Demeshin.
«La corporación estatal Rostec detectó estos robos y se dirigió a la Fiscalía y el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB). Realizamos una inspección, detectamos que los robos efectivamente tuvieron lugar y se abrieron causas penales«, afirmó en el canal de vídeo online Efir, perteneciente a la Fiscalía rusa.
Demeshin recordó que estas fábricas se construyen en Venezuela «en base a acuerdos de comercio exterior», y se trata de plantas de producción de municiones y fusiles. Afirmó que en la actualidad la causa penal se encuentra en una fase de «investigación activa».
El exsenador ruso Serguéi Popelniújov, cuya compañía estaba a cargo de la realización del proyecto, fue condenado por el robo de más de 1.000 millones de rublos (cerca de 16 millones de dólares).
La defensa del exlegislador alegó que las fábricas no fueron construidas en el plazo previsto debido a la altísima inflación que afecta a la nación caribeña.
Hace dos meses, en febrero de 2019, el director general de Rostec, Serguéi Chemezov, informó que las obras de la fábrica concluirán antes de fin de año, si bien medios rusos indicaron en enero pasado que la construcción se aplazó en varias ocasiones debido a escándalos de corrupción.
Venezuela es el mayor comprador de armas y equipamiento bélico ruso de América Latina, ya que Rusia otorgó a Caracas créditos para estas adquisiciones y la cartera de contratos de cooperación técnico-militar entre Rusia y Venezuela asciende a los 11.000 millones de dólares.
Con información de EFE
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