Efraín Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fueron sentenciados a pagar 18 años de prisión por conspirar para ingresar 800 kilos de cocaína a los Estados Unidos.
Fueron detenidos el 10 de noviembre de 2015 en Haití en un operativo de la DEA. Los miembros de la familia presidencial venezolana también estarían vinculados con asesinatos y desmembramientos debido a conversaciones y material multimedia encontrado en sus teléfonos celulares.
Se conoció extraoficialmente que para reducir su condena, algunos funcionarios del alto gobierno venezolano habrían sido involucrados por los sobrinos Flores en presuntos delitos de droga.
La defensa los narcosobrinos en los Estados Unidos fue pagada por el magnate petrolero venezolano Wilmer Ruperti.
A pesar de pedir clemencia mediante sus familiares, la justicia norteamericana se impuso.
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