En 1932, el artista mexicano David Alfaro Siqueiros recibió una invitación para impartir clases de pintura en Los Ángeles. Durante su estancia pintó tres murales: El primero de ellos aún se conserva en la Plaza Olvera, el barrio donde se fundó esta urbe californiana y la cual conserva el fuerte legado hispano de sus antecesores.
Con un mural al que bautizó «América Tropical», Siqueiros sentó las bases del muralismo en Los Ángeles y, casi por accidente, sembró también las semillas que germinarían décadas después el fuerte movimiento sociopolítico impulsado por los chicanos.
HispanoPost mantuvo una íntima conversación con Isabel Rojas-Williams, historiadora de arte, curadora y exdirectora del Mural Conservancy of Los Ángeles, para conocer la importancia de esta obra y situarla en un contexto histórico.
