En el primer día de la Cumbre Internacional de Liderazgo, organizada por PGA Group, expertos en el tema analizaron los cambios y respuestas que deben surgir en los líderes de cada empresa ante el desafío que tienen con la pandemia y la nueva normalidad.
Durante medio día, Alejandro Szilágyi, consultor de liderazgo y cofundador de 2SP International; Gemma González, socia directora de Konnectare Values y conferencista de neuroliderazgo; y Alejandro Melamed, especialista en innovación disruptiva y gestión de recursos humanos; dieron sus impresiones y aportaron sus conocimientos en la materia.
Lo primero que tiene que cambiar en una empresa es el líder
El problema que tienen las organizaciones no es tecnológico, es humano y aunque la digitalización no es una opción para las organizaciones porque sino van a desaparecer, lo primero que deben hacer los líderes es cambiar. Cambiar la mentalidad, cambiar nosotros como líderes y luego viene el equipo y después la organización, dijo Alejandro Melamed, experto en gestión de recursos humanos y quien ha estudiado el liderazgo durante décadas.
Aseguró que la base es la cultura, los valores que tienes, los cuales se traducen en tu comportamiento y a través de ellos llegan a tu equipo. Siempre que se quiera hacer un cambio en la empresa se debe empezar desde arriba y cuestionarse qué tipo de líder soy, indicó.
Melamed explicó que hay cuatro tipos de líderes. Están los que suman, quienes siempre están, pero no hacen una mayor acción; aquellos que restan, no generan positividad y hacen perder tiempo. También están los peores, que son los que dividen, te quitan energía, te asfixian, con ellos no se avanza; y por último, los que multiplican, inspiran, dan oportunidades e impulsan a seguir creciendo. Con estos últimos queremos trabajar y ese es el líder que se necesita actualmente y el que las nuevas generaciones buscan.
El experto indicó que las organizaciones de ahora deben ser ágiles, no deben estar conformadas por pirámides, sino por círculos donde el equipo está empoderado y genera decisiones veloces porque es un modelo dinámico en el que cada persona está compenetrada.
Con respecto a la selección y contratación de personal, afirmó que antes se contrataba a personas por lo que habían hecho en el pasado, pero las dos únicas cosas fundamentales desde ahora son los valores y la capacidad de aprender. No se está mirando atrás, sino al futuro que esa persona puede generar en la empresa, indicó, a lo que añadió que la inclusión debe estar presente porque si pensamos todos iguales, no llegamos a ningún lado.
Mucho de lo que teníamos, o sabíamos, del liderazgo cambió y se cayó en cuarentena. Y las nuevas generaciones son impulsores. Todos podemos liderar en un momento, el liderazgo no es un triángulo, es un círculo, puntualizó Melamed.
No todo va a cambiar, pero se necesitan líderes más flexibles
Se dice que con todo lo que está pasando todo va a cambiar y eso no es verdad. El tomarse un café, abrazarse y el liderar no va a desaparecer; lo que sí va a cambiar es la necesidad que tendremos de anticipar por muchos meses que todo va a estar bien. Además, en la nueva anormalidad, como se debería llamar, se necesitan líderes más flexibles y abiertos, señaló Alejandro Szilágyi.
En ese panorama, Szilágyi plantea que la disputa entre el ego y la empatía estará más presente en los líderes y el primero debe quedar atrás porque es una máscara que solo usan algunos para defender una idea propia y cerrarse, mientras que buscar comprender al otro es lo que debe reinar en los líderes.
El especialista explicó que los líderes actualmente deben comprender mejor que los seres humanos son racionales, emocionales y espirituales. Por ello, no solo quieren generar un ingreso, quieren sentirse bien con su entorno, que es ético lo que hacen, estar orgullosos de lo que forman parte y hacer un aporte a un mejor mundo.
Enfatizó que hoy en día el trabajo no se puede medir por el esfuerzo físico que se realiza, porque actualmente las personas necesitan motivación y estar identificados con el sentido de lo que haces.
Szilágyi señaló que el liderazgo es un rol y por eso se ejerce en un momento dado. Los malos líderes hacen todo lo posible para que siempre dependan de ellos, mientras que los buenos líderes no son necesarios y el equipo es el que brilla, no el líder.
El cerebro, una de las herramientas más importantes del líder
A partir de los estudios del neuroliderazgo, Gemma González aseguró que es posible regenerar el cerebro. Además, los nuevos aprendizajes pueden cambiarlo y la neurociencia lo ha demostrado; la mala noticia es que también es muy vago y busca lo ya conocido, por eso hay que preguntarnos qué practicamos cada día y cómo lo nutrimos.
El cerebro funciona en modo amenaza, estrés, y en modo recompensa. Cuando se está en el primero no se puede tomar decisiones, mientras que en el modo recompensa, que se produce con los me gusta en Instagram, el hacer ejercicio, comer, escuchar música, compartir socialmente, leer, es una recompensa a corto plazo sí, pero para activarlo a mediano plazo cada uno debe hallar su propósito, dijo.
Añadió que un sentimiento que lleva muy mal el cerebro es la incertidumbre, ya sea al futuro, al presente, en casa o hasta en una organización sin dirección. Cuando hay incertidumbre, el cerebro está en modo amenaza y produce cortisol, que no le hace bien, por eso es importante saber a dónde vamos.
Para González es importante tener en cuenta y en práctica estos resultados de investigaciones porque si bien la COVID-19 ha acelerado el teletrabajo y la digitalización, en los próximos años va a haber más cambios que en los últimos y la evolución dejará de ser lineal para ser exponencial. La Big Data se convertirá en el nuevo petróleo, el Internet de las cosas en el día a día y el líder debe saber crear equipos multidisciplinares, ser coach, y estar al tanto de cuáles competencias debe desarrollar, que en estos momentos son: digital, analítica, inteligencia social e inteligencia colectiva.
El líder actual construye cultura colaborativa, da la bienvenida a la diversidad, tiene compasión por los demás, es creativo para resolver nuevos problemas complejos y da la bienvenida a nuevas generaciones, las cuales son más emprendedoras y saben que deben elegir bien sus trabajos, explicó.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com