No hay gasolina, y lo que me queda lo guardo para alguna emergencia o para comprar alimentos, decía el taxista Nelson Riera el 19 de marzo, seis días después de confirmados los dos primeros casos de COVID-19 en Venezuela. Ahora, casi dos meses después, la situación es peor, pero mientras el problema crece también existe una solución.
La escasez de combustible impide que los venezolanos puedan ir a los supermercados y a las farmacias a comprar los productos primordiales para continuar el confinamiento. En vista de ello, jóvenes como Julio Soto y Gabriel Ramírez hacen entregas a domicilio con sus bicicletas. Julio y Gabriel son dos de los más de 300 ciclistas que ruedan por toda Caracas, parte de Los Teques, El Junquito, Caricuao y Oripoto para llevar medicamentos y alimentos.
La idea surgió en medio de la pandemia, cuando todo en Venezuela se paralizó y vislumbré que se agudizaría. Decidí no encender más mi vehículo y justo me llamó un cliente interesado en comprar uno de los productos que vendo. Decidí entonces llevarlo en bicicleta, luego cree una cuenta de Instagram llamada @bicideliveryccs y mi novia Sabrina Pernia me ayudó a conseguir ciclistas y a buscar alianzas, detalla el creador de la iniciativa, Leonardo Girón.
Para su sorpresa, afirma Girón, comenzaron a contactarlos empresas interesadas en el servicio y personas que querían convertirse en repartidores junto a ellos. Explica que en principio no había ningún plan de masificarlo, pero un día nos contactó una empresa farmacéutica, Farmatodo, por medio de nuestro Instagram y ahora somos más de 300 ciclistas comprometidos a trabajar. Muchos para ganarse la vida, otros por no estar aburridos en casa, otros para ayudar a la gente que no puede trasladarse por la escasez de combustible y algunos por hacer delivery y entrenar al mismo tiempo, añade
Soto, quien antes de la llegada de la pandemia se dedicaba a las labores de bartender, decidió hacer entregas con su bicicleta como una alternativa para generar ingresos extras y no estar sin hacer nada en la casa. Señala que ha sido muy gratificante aportar un granito de arena en esta cuarentena, al ayudar a personas que no pueden salir a la calle». «Es maravilloso convertir un hobby en una fuente de trabajo, con la que se puede ganar dinero por hacer algo que apasiona, en mi caso, desde hace cuatro años, que es desde cuando manejo bicicleta, añade.
Gabriel Ramírez, cocinero particular y de una agencia de festejo, explica que existen personas que piensan que manejar bicicleta es fácil, que es algo de niños, pero es muy complejo y tiene muchas dificultades, pero recibes buenos frutos por todo el esfuerzo realizado con ella.
Girón, quien se encarga de la logística de múltiples emprendimientos, especifica que la modalidad de trabajo de BiciDeliveryCcs se divide en un equipo que trabaja con la farmacia a través de su app y el resto es freelance con solicitudes anunciadas en nuestro grupo de Telegram, donde los clientes dan los datos de retiro y dirección de entrega, se asigna un ciclista y luego el cliente hace el pago por Zelle, PayPal, efectivo o pago móvil.
Actualmente, BiciDeliveryCcs cuenta con aliados como Farmatodo, Panadería Las Nieves, PedidosToGo, Librería La Estudiantina, La Guacamaya Bar, entre otros, y ve como una meta que el uso de bicicletas para hacer entregas se mantenga aun luego de la cuarentena, como ocurre de manera fija en países como Argentina con Rappi y Glovo y en Colombia con Rappi.
Aunque existe la posibilidad de que Venezuela haga uso de entregas con bicicletas y motos, como ocurre en Costa Rica con Uber Eats y Glovo, en Brasil con Rappi e Ifood, y también en Bolivia. Esta opción es la que contempla Ubii Go, también nacido en época de aislamiento social. Su jefa de mercadeo, Ligia Velásquez, destaca que quieren trabajar con distintos medios de transporte y ven en la bicicleta una manera de colaborar con el medio ambiente.
Ubii Go inicia esta semana con 25 ciclistas que amplían su equipo de ubiiteros, como llaman a quienes realizan las entregas. Esta acción empezó hace siete días cuando incluyeron a dos ciclistas en su equipo y a través de sus redes sociales hicieron un llamado para que quienes tuvieran bicicletas se unieran a trabajar con ellos.
Decidimos hacer entregas en bicicletas porque mundialmente los ciclistas hacen reparto a domicilio y para nosotros es importante ofrecer opciones. Evidentemente hay un tema de gasolina, pero nosotros también estamos comprometidos con el medio ambiente y queremos contribuir con generar un menor impacto, explica Velásquez.
Detalla que el proceso de selección es igual al que realizan con los motorizados. La persona se registra, pasa por un proceso relativamente rápido de selección y, una vez aprobado, se le notifica para que inicie las actividades. En el caso de los ciclistas, a diferencia de los motorizados, las órdenes donde deben llevar los pedidos son para direcciones más cercanas a las tiendas.
En el proceso, ambos emprendimientos se han percatado de algunas dificultades en la implementación del uso de las bicicletas en Caracas. Para nadie es un secreto que esta no es una ciudad amigable para los ciclistas, pero se han podido hacer las entregas con éxito, dijo la representante de Ubii Go, mientras que Leonardo Girón, de BiciDeliveryCcs, expresó que se han enfrentado a circunstancias de robo de este medio de transporte y, ante ello, crearon un fondo de emergencias.
La escasez de gasolina es uno de los mayores problemas que Venezuela enfrenta durante la cuarentena, de manera que en un país donde no existían las entregas a domicilio hechas en bicicletas, ahora, prácticamente depende de ellas.