Donald Trump sigue con la mirada fija en Venezuela a pesar de que Estados Unidos se convirtió en el epicentro del coronavirus COVID-19. En tiempos de pandemia mundial, el gobierno norteamericano ha intensificado su presión sobre Nicolás Maduro y el círculo civil y militar que lo rodea.
El internacionalista y profesor universitario Félix Gerardo Arellano considera que Venezuela tiene un peso electoral importante para que (Estados Unidos) no baje la guardia, al referirse a la decisión de enviar buques antidrogas cerca de las costas venezolanas.
Que un personaje tan complejo como Donald Trump esté dedicándole especial atención a Venezuela puede ir acompañado por las estadísticas, valores de popularidad, cálculos electorales. Creo que esas son las variables que están pesando más en la Casa Blanca, explicó.
El internacionalista y politólogo Carlos Romero señala que es indudable que hay elementos domésticos en esta decisión, pero también está el componente internacional.
Venezuela es considerada por Estados Unidos como un Estado condenado y, para muchos, terrorista. Es una combinación de factores internos y externos. No creo que solamente sea el deseo de ganar en Florida que lleve a esta consideración, sostuvo.
Con respecto al plan de un gobierno de transición presentado por Mike Pompeo y Elliot Abrams, Romero destaca que no es una propuesta sino un ultimátum. Ese ultimátum trae consigo una serie de medidas de carácter coercitivo para presionar al gobierno de Maduro. No son medidas de carácter bélicas, pero sí son medidas militares, ahí hay una diferencia. No es un acto de guerra sino de presión para que acepte el plan, explicó.
Arellano manifestó que a Maduro se le está presionando por todos los frentes para que firme el acuerdo. El acuerdo está formulado, tiene los pasos muy bien definidos, qué hacer y qué beneficios trae hacerlo. Es una propuesta que juega mucho a la pronta inserción de las Fuerzas Armadas a la transición, a que jueguen un papel en favor de la gobernabilidad, de equilibrio. Yo creo que aquí la interpretación promueve la pronta suscripción del acuerdo y entrar en ese plan que supone un gobierno de coalición, refirió.
Analiza que el envío de los buques estadounidenses obedece más a una medida política que económica. El comercio es tan poco que esto tiene un peso político. Las Fuerzas Armadas tienen que evaluarlo porque si se movieron este número de recursos militares pudieran moverse más. La seña que sí está clara es que Venezuela está en la prioridad de la agenda de Donald Trump, eso debe evaluarlo muy bien Miraflores, puntualizó.
Para Romero, la medida naval sí tiene un foco económico que antecede a un bloqueo o embargo. Detrás de esa posición está el desarrollo de unas medidas preventivas por parte de Estados Unidos y crear así las condiciones para un eventual bloqueo económico al régimen del presidente Maduro. Ese bloqueo naval sería un embargo, detalló.