Carlos Fraga: COVID-19 marca el cierre de un ciclo para la humanidad

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    La pandemia generada por el virus COVID-19 marca el cierre de un ciclo para la humanidad y el inicio de una nueva etapa. Así lo señala el comunicador social, motivador y conferencista internacional, Carlos Fraga, quien explica que el acercamiento obligado con nuestros familiares o parejas nos ha servido para mostrar el tipo de relación que hemos cultivado.

    Para el conductor del programa televisivo “Fragamente hablando”, esta situación ha significado la posibilidad de aprender a reconocernos, o como él mismo dice, de sacar un espejo en vez de una lupa para podernos relacionar.

    “Las personas que viven contigo no se reinventaron para vivir esto, son personas que han sido así siempre. Ahora se va a ver qué capacidad hemos tenido de poner límites, de salir de resentimientos, de poder hablar realmente desde la igualdad. Toda relación humana necesita trabajo y, en estos momentos, es cuando ese trabajo se ve. Debemos aprovechar el momento y la cercanía para evaluar qué debemos trabajar. Cómo poner límites, reconocer lo que sentimos como seres humanos. Es totalmente natural expresar que sentimos miedo, alegría, tristeza o rabia”.

    Fraga afirma convencido que hay dos tipos de personas: las que confían en la vida y las que no confían en la vida. Él se sitúa en el primer grupo y subraya que el confinamiento no es grato ni cómodo, pero es parte de un plan evolutivo de transformación individual.

    “Hay una perfección detrás de esto, aun cuando sea difícil entenderlo y no lo comprendamos en primera instancia. Un plan perfecto es cuando puedo voltear hacia mi vida y darme cuenta que todo lo que ha ocurrido en ella -que a veces ha sido difícil, conflictivo y ha dolido mucho- ha sido en realidad perfecto porque eso me trajo hasta aquí. Cuando salgamos de esto no veremos qué ocurrió con el virus sino qué pasó con nosotros durante ese período”.

    Amor en tono mayor

    Para Fraga esta crisis mundial desatada por la expansión del COVID-19, marca el cierre de una etapa de la humanidad relacionada con la postguerra, el éxito y la vida hacia afuera. No obstante, advierte que cierre e inicio son dos elementos que se encuentran unidos estrechamente.

    “Es el fin de la cultura relacionada con la velocidad, la desmesura, con pensar siempre en el futuro y no mantenerse en el presente, para entrar en una cultura relacionada con el cuidado. El cuidado propio que implique el cuidado del otro. El cuidado del planeta, el cuidado mío, tuyo. Es decir, el amor en su tono mayor, el más alto grado de amor. El amor en su tuno mayor siempre tiene que ver con el cuidado, porque yo te amo en la medida en que yo te cuido”.

    Carlos Fraga trabaja astrología psicológica y arquetipal, y es enfático al subrayar que su campo no es la astrología predictiva. No obstante, era obligado preguntarle si se había producido alguna conjunción planetaria que permitiera explicar la situación que actualmente atraviesa el mundo. El conferencista internacional, considera que las señales se pueden evaluar una vez ocurridos los hechos.

    “La primera de ellas es que Saturno se encontró con Plutón en Capricornio y ese encuentro Saturno, Plutón y Júpiter se da con poca frecuencia. Está llegando el final de Plutón en Capricornio y fue el final de las estructuras tal como las conocíamos para entrar Plutón en Acuario. ¿Qué es Acuario? Es lo nuevo, lo innovador, lo que no tiene estructuras conocidas y en función de eso podemos inferir -y aquí comenzamos a especular- que todo nos estaba indicando que venía algo. Ahora, que se iba a tratar de un virus, no. Nada de eso es lo que percibo porque no es el área de la astrología que me interesa, pero evidentemente el cielo envía sus señales y las señales están allí”.

    ?Silencio, vacío y oscuridad

    Fraga dice que por tradición cultural evitamos temas relacionados al silencio, el vacío y la oscuridad, e indica que es necesario entender, aceptar y amar estos elementos como parte natural de la vida. Explica que este nuevo orden impuesto a la fuerza por la pandemia, nos obliga a vernos hacia adentro como individuos.

    “Esta es una cultura donde no se habla de la muerte y ahora se nos sentó en la mesa y nos está viendo a los ojos. ¿Por qué? Porque nunca la integramos aun cuando forma parte del proceso de la vida. Quien logra ver a la muerte de frente, inmediatamente salta a la vida porque solo quien puede concebir de la muerte, puede concebir y saber de la vida”, señala.

    “Igualmente quien concibe el vacío y el caos es quien puede conseguir el orden y el orden siempre precede al amor. Por lo tanto, este vacío que nos pone la vida, es la invitación perfecta para un nuevo orden que implicaprotección, meditación y contacto íntimo. Una cantidad de cosas que nuestra cultura no nos ha dado y que yo creo que ahora, a través de esto, la mayoría de la gente va a tener por lo menos que acariciar”.