Circuncidar o no circuncidar: un dilema en Israel

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    En un país donde la inmensa mayoría de hombres están circuncidados, (en esto judíos y musulmanes coinciden, aunque no hay acuerdo sobre si es obligatorio en el Islam o sólo recomendado), el cuestionamiento de esta práctica resulta muy marginal e irreverente.

    Los judíos se circuncidan porque Dios le pidió a Abraham que simbolizara de este modo la alianza de su pueblo con Dios. Los musulmanes circuncidan por lo mismo, aunque haciendo énfasis en la purificación. Y esta práctica que los judíos llevan efectuando unos 4,000 años parece que data de incluso antes. Se han encontrado dibujos egipcios de hace 15,000 años que atestiguan de la práctica. Se sabe que se hacía como castigo ejemplar pero también como procedimiento médico.

    En la actualidad en Israel la circuncisión o ritual judío llamado “Brit Milᔠse practica casi por defecto en hospitales  o en cualquier lugar elegido por los padres por un rabino o un médico. Y quien no lo hace es una minoría silenciosa.

    En Estados Unidos también se ha convertido en práctica común, desvinculada de cualquier rito religioso, y el virulento debate sobre la conveniencia de circuncidar o no se ha reabierto en los últimos tiempos  con la propuesta de ley del estado de California de ilegalizar la circuncisión.

    Este continúa siendo un tema tabú en la sociedad israelí, donde se hace hincapié , entre los laicos, en los beneficios de salud y sociales, “para no ser diferentes de los compañeros y padres”. Tal vez por eso Alon Sivroni, activista contra la circuncisión, representa una opinión que por no someterse a debate es tan extraña, radical y molesta.