El Informe Pelícano tiene más de 25 años de haber sido estrenada, y sin embargo, es una de esas películas que da gusto volver a ver. Basada en la novela homónima de John Grisham, la cinta cuenta una historia absurda (aunque si pensamos que la realidad supera a la ficción no termina siendo tan traída de los cabellos) con gracia y de forma efectiva.
Estuvo dirigida por Alan J. Pakula (Todos los hombres del presidente 1976, La decisión de Sophie, 1982 ) y protagonizada por Julia Roberts y Denzel Washington en 1993. Es una cinta de intriga política que a diferencia de muchas otras de su clase, te permite conocer el carácter de los personajes, sus necesidades emocionales y valores. Este aspecto hace que cada acción en la que se ven envueltos cobre un mayor sentido generando interés en una trama que nunca decae, por el contrario, sabe hilar muy bien las circunstancias en apariencia más descabelladas.
En este punto quizás el mérito es de John Grisham, ya que sus novelas son ejercicios creativos que se apoyan en la realidad, por lo que te permiten involucrarte en la trama. Otras novelas suyas han dado lugar a películas made in Hollywood muy entretenidas, tales como La firma (1993) con Tom Cruise o Tiempo de matar (1996).
El largometraje descubre paulatinamente las razones por las cuáles la protagonista, Julia Roberts, tendrá que esconderse para proteger su vida. Es una de esas historias donde el ciudadano común se enfrenta a ese monstruo de mil cabezas y sin rostro que representa el poder.
Cuando la política mete sus manos en la sopa por lo general la ensucia. Por esta razón siempre necesitará borrar las huellas de su participación. Precisamente tratando de hacerlo se van a encontrar con una estudiante de derecho (Roberts) y un periodista (Washington) dos grandes obstáculos para limpiar las escenas de los crímenes cometidos y salir indemnes.
La cinta tiene muy buen manejo de los momentos de tensión que brindan diversas oportunidades para engancharse con el suspenso natural de este tipo de largometraje.
Explosiones, persecuciones, amistades traicionadas y otros enrredos son parte de esta historia que tiene todo menos romance. La película representa un buen estímulo para la imaginación por más de una hora.
No obstante, aunque el planteamiento de El Informe Pelícano no te genere interés, más de veinte años después hay elementos extra cinematográficos que resultan atractivos.
El primero de ellos: presenciar los 90’s. La ropa, la arquitectura, los peinados y todo lo que rodea esa década está, por obvias razones, en la cinta. El largometraje nos permite volver la mirada al pasado para estar (al menos durante el tiempo que dura) en él. El segundo: las actuaciones. Para este momento ni Julia Roberts era quién es, ni Denzel Washington tenía una carrera consolidada. Esta cinta los ayudó en alguna medida a forjar sus ya estables carreras dentro de la industria de Hollywood. La película, que podemos disfrutar en Netflix, es de algún modo, parte importante del portafolio de los dos mejores actores de su generación.
Luisa Ugueto Liendo
@Luisuguetol