Los comerciantes que utilizan el gas licuado de petróleo para la elaboración de alimentos pagan el llenado del cilindro de GLP al precio de oro de 100 dólares, equivalentes a 7.500.000 bolívares de acuerdo con el cambio. Ese monto supera 319.497,73% si el llenado se hiciera con base en el precio oficial vigente (1,24 bolívares el litro). El desembolso total sería de de 2.346,7 bolívares.
Sabemos que el precio fijado por el Ejecutivo es muy bajo, pero que te cobren 100 dólares por llenar la bombona es un abuso. Sin embargo, hay que ceder si quiero mantener el negocio funcionando, contó el dueño de una panadería y pastelería en Caracas que solicitó no mencionar su nombre.
Por lo general, el cilindro de los establecimientos comerciales tiene una capacidad de 500 galones (unos 1.892,5 litros) de GLP.
Precisó que por los requerimientos de la actividad de horneado debe llenar cada 15 días el cilindro lo que implica un gasto 15 millones de bolívares al mes.
Otros comerciantes del ramo y de restaurantes manifestaron la misma queja. El distribuidor alega que no hay suficiente gas y debes pagar pues, de lo contrario, el combustible se lo venden a otro de una inmensa lista de espera, dijo uno de los afectados.
Fuentes de la industria petrolera que pidieron guardar su nombre en reserva señalaron que las refinerías en Venezuela prácticamente no producen GLP como consecuencia de la caída del bombeo de crudo.
Pdvsa posee muy pocos recursos financieros para importar el gas que debe alternar con la compra al exterior de otro combustible más prioritario para el consumo interno: la gasolina, aseguró uno de los consultados.
Otra de las fuentes aseveró: Igual que con la gasolina, hay mafias del gas doméstico aprovechándose de la cada vez mayor escasez. Para ellas los comerciantes son el blanco y les cobran en dólares.