En tres años de trabajo, el programa social Alimenta la Solidaridad ha logrado llevar soluciones alimenticias a más de 12.800 niños en 15 estados de Venezuela, ante la evidente emergencia humanitaria compleja por la que atraviesa el país.
De acuerdo con el más reciente estudio de la organización católica Cáritas de Venezuela, realizado en junio de 2019 a una población de 249 niños menores de 5 años, el estado de nutrición del 61% de los infantes varía de alerta (32%), riesgo nutricional (19%), desnutrición aguda moderada (7%) a desnutrición aguda severa (3%).
Con Alimenta la Solidaridad, en los 188 comedores que se han inaugurado en el territorio nacional no solo los niños que reciben sus alimentos se ven beneficiados sino también las madres. Llamadas madres procesadoras quienes se encargan producir los platos de comida que de lunes a viernes consumen los más pequeños de la casa.
Roberto Patiño, joven dirigente social de Primero Justicia que lidera el proyecto, contó cómo surgió, hace poco más de 3 años, la iniciativa de Alimenta la Solidaridad. Un día en una comunidad de La Pastora, hacíamos un cine calle con Caracas Mi Convive y se me acercó una niña de 6 años. Me haló el pantalón y me dijo: Dame algo de comer, que tengo mucha hambre. Eso, para mí fue un terremoto personal.
Dijo que, al vivir esta experiencia, la imagen de su sobrino recién nacido le hizo reaccionar: Cuando esta niña me pidió comida pensé en mi sobrino, imaginarlo pasando hambre me rompió el corazón y de inmediato eso nos llamó a la acción. No es justo que un niño pase hambre, eso les impide desarrollar su cerebro y sus capacidades. No puede ir a estudiar. No hay nada más doloroso para una mujer venezolana que el no poder garantizar la comida para sus hijos y, ante esa necesidad, decidimos organizarnos. Hoy tenemos una misión que es poner la solidaridad por delante.
Aliados del proyecto
El acto que se realizó la mañana del domingo 24 de noviembre, en la Hacienda La Vega, para conmemorar el cuarto encuentro nacional de líderes comunitarios de Alimenta la Solidaridad, se dieron cita más de 3.000 venezolanos de todas las regiones. Ellos compartieron con los embajadores de Alemania, Francia y el Reino Unido, quienes fungen como aliados comerciales de este proyecto social.
Patricia Figueira, de Alta Vista en el municipio Libertador, recordó que un día preocupada por la grave situación en las que veía a los niños de su comunidad decidió buscar ayuda con los líderes sociales de Catia para llevar soluciones a su urbanismo: Me siento muy contenta porque actualmente atiendo a 55 niños de mi comunidad en el comedor 48 de Alta Vista, gracias a la ayuda que recibí.
Abraham González, cocinero del comedor #24 de El Carmen, narró que tiene a su cargo la alimentación de 72 niños: Alimenta la Solidaridad para mí es esperanza. Allí reúnen a los niños que están en riesgo de desnutrición y se le da la comida y las medicinas que necesitan para su desarrollo, eso es darle esperanzas al futuro.
Aunque los recientes estudios de las distintas ONG sociales destacan el aumento de la proporción de niños desnutridos en Venezuela, producto de la peor crisis económica por la que ha atravesado el país, proyectos sociales como Alimenta la Solidaridad, que trabaja en conjunto con Caracas Mi Convive y Sustento, se erigen como la materialización de una posible solución, si se los resultados se masifican.
Hay quienes se intimidan por lo que creen proyectos imposibles, pero yo les digo que después de lo que yo he vivido junto a ustedes con Alimenta la Solidaridad que, el cielo es el límite. Desde 2016 hemos ido sumando voluntades y me siento profundamente emocionado por lo que hemos construido juntos. Nosotros hemos apostado desde el día 1 a transformar nuestro país, más allá de la coyuntura política que estamos viviendo, finalizó Patiño.
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