Con peluches Mariangel Molina ayuda a alimentar a niños venezolanos

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Desde diciembre de 2017, una iniciativa llamada Leather Heart se ha encargado de recolectar ropa y darle un nuevo uso al convertirla en peluches que ayudan a alimentar a niños de comunidades venezolanas. Mariangel Molina es la CEO y una de las fundadoras de esta empresa que hasta la fecha ha entregado más de 17 mil platos de comida.

La idea de crear esta acción social que se convirtió es la primera empresa B de Venezuela surgió como consecuencia de Closettine, un emprendimiento previo en el que las personas vendían las prendas que ya no usaban y otras las compraban. Con el día a día se percataron que eran muchas las piezas que quedaban descartadas por tener alguna mancha o roto, y de ese defecto surgió el querer reutilizar las telas para crear peluches.

Mariangel Molina y Andrés Solórzano, fundadores de Leather Heart, tenían una amiga diseñadora en común a la que Mariangel no tardó en llamar para preguntarle si podía convertir un pantalón en un caballo. La respuesta fue “sí”, y de esa conversación nació Ela, el primer peluche con tela 100% reciclada que materializó la idea. Ahora son cuatro los modelos que tiene la marca y sus nombres son Pepe, Pancho, Carey y la mencionada Ela.

La historia que esconde Mariangel es que ama la moda, es una emprendedora en todas sus fases y es la menor de siete hermanas, razón por la que de pequeña pasó la mayor parte del tiempo con sus sobrinos y a su pronta edad, se percató de la importancia que tiene un juguete.

Aunque Molina, egresada de la Universidad Central de Venezuela en Relaciones Internacionales, detalla que los peluches de Leather Heart no están plenamente dirigido a niños, es en las edades tempranas cuando se forja su personalidad y para ella es importante que los niños venezolanos puedan comer, jugar y amar.

Leather Heart se ha aliado con muchas organizaciones con las que comparten valores y enfoques pero el enlace más importante y que posibilitó el poder entregar almuerzos a niños de sectores vulnerables del país fue el que hizo con Alimenta La Solidaridad, un programa social que a través del empoderamiento de madres logra dar almuerzos a comunidades venezolanas