El desabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) o de bombona es cada vez mayor en los hogares y los venezolanos se las ingenian para poder cocinar los alimentos. Esta situación ha disparado la compra de cocinillas eléctricas, aseguraron fuentes del sector energético que pidieron no mencionar sus nombres.
«La producción de las plantas de GLP en las refinerías está paralizada, lo cual limita severamente la oferta del combustible a la población», alertó uno de los consultados.
Refirió que la otra fuente de provisión de gas doméstico proviene de las plantas extractoras de gas y del complejo de Jose en el oriente venezolano, pero operan a 25% de su capacidad de producción. Esto ocasiona la grave escasez de gas de bombona perjudicando a más de 70% de los hogares del país.
Según los consultados, la escasez se resolvería con la importación de GLP a través de tanqueros. Sin embargo, la administración de Nicolás Maduro ha dado preferencia a la importación de gasolina dejando de lado al gas.
«La falta de gas de bombona ha llevado a los venezolanos a comprar cocinillas eléctricas, pero esta opción también tiene inconvenientes cuando se va la luz y eso en muchas zonas de Venezuela es una constante», aseveró una de las fuentes.
Consumidores manifestaron que, pese a los apagones, las cocinitas eléctricas son una alternativa válida frente a la leña que muchos hogares se han visto forzados a usar.
«Aunque está el riesgo de los apagones, la cocinita eléctrica permite hacer la comida mientras consigues una bombona del camión de Pdvsa Gas Comunal», contó un ama de casa que vive en Candelaria, una parroquia de Caracas.
Dueños de ferreterías y tiendas de repuestos eléctricos de la región capital destacaron que desde 2018 y con más fuerza en el presente año, la demanda de estas cocinas con una o dos hornillas ha crecido mucho.
Hasta esta semana el precio de estos artefactos oscilaba entre 20 y 50 dólares, cada uno. «Clientes que incluso tienen gas directo en su casa compran las cocinas», aseguró un comerciante.
Conseguir una bombona de gas se ha convertido en un calvario para los venezolanos, lo cual genera a diario protestas en todo el país exigiendo el suministro continuo y regular del combustible de primera necesidad para el grupo familiar. En las manifestaciones, los usuarios denuncian que no les llega el gas desde hace meses.
Pdvsa Gas aumento los precios del GLP en febrero: las bombonas de 10,18, 27 y 43 kilos cuestan 45.000, 75.000,100.000 y 180.000 bolívares la unidad, respectivamente. La oruga de 500 kilos quedo en 2,2 millones de bolívares.
La profunda escasez ha afianzado la venta de GLP en el mercado negro, donde las bombonas de mayor consumo popular (10 y 18 kilos) se consiguen a 150.000 y 250.000 bolívares la unidad. Las otras presentaciones (27,43 y 500 kilos) las venden a 300.000, 2,9 millones y 7,8 millones de bolívares.
El consumo nacional de gas de bombona de 45.000 barriles diarios equivalentes de petróleo enfrenta un déficit crónico de más de 60%.