Para abordar el tema de hoy y no dar espacio a malas interpretaciones deseo de proveer un contexto histórico a cual ha sido y es mi posición y mi línea de ideas de los últimos cuarenta años. Por ejemplo, en el año 1985 en medio de la confrontación armada interna que azotaba Guatemala y ha escasos veintidos días de las elecciones generales que abrirían la etapa democrática en Guatemala, mi residencia sufrió durante la madrugada un ataque terrorista con explosivos de alto poder, que de milagro no nos mataron a mi y a mi familia, en aquel momento yo conducía, como consultor la campaña del candidato de la derecha, el atentado se atribuyo a las guerrillas marxistas.
Mis escritos y análisis publicados semanalmente por más de 25 años en el matutino Prensa Libre, siempre fueron calificados como las de un pensador de derechas o centro derecha. Por otro lado, he ganado algunas menciones honorificas y premios de la Fundacion Friederich Naumann de Alemania y del Centro para la Libre empresa de México que dirige el brillante liberal Dr Luis Pazos, esto por mis ensayos liberales escritos a la luz de las obras de Hayek y Misses. Por todo lo anterior estimo que es fácil para la audiencia ubicarme en el espacio ideológico en el que me han ubicado toda mi vida.
De cualquier manera esta claro que en Hispanoamérica cuando se habla de ser de derechas se plantea como valores implícitos la condición política el ser católico, evangélico o ateo pero sobre todo anticomunista. Pues bien, soy católico y claramente no soy comunista, además de creer en las ideas de la economía social de mercado.
Hago esta introducción para recordar a quienes me conocen y mostrar a los que no me conocen, por donde transitan mis líneas de pensamiento asentadas en la mas profunda convicción democrática, donde se privilegia el diálogo y la búsqueda de consensos.
Pues bien, hoy faltan muy pocas horas para que se celebre una ceremonia cuyo anuncio ha generado gran controversia y no menos exabruptos y hasta insultos en contra de una persona que participará en esa ceremonia que sin duda tendrá implicaciones en la historia futura de Guatemala. Obviamente me refiero a la ceremonia que se celebrará en Roma y donde será investido como Cardenal el obispo de Huehuetenango, Guatemala, Monseñor Alvaro Ramazzinni Imeri.
Desde esa perspectiva quiero invitarlos en especial a los sectores católicos, cristianos y de derecha guatemaltecos a que nos hagamos varias preguntas:
¿Recuerdan ustedes quienes lideraron el final de la Unión soviética y el imperio del comunismo en Occidente?
Básicamente fueron cinco líderes mundiales: Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Su Santidad el Papa Juan Pablo II con la colaboración de Mijaíl Gorbachov. Además, un sindicalista, Lech Walesa, hizo que la sociedad se levantara contra la opresión comunista en Polonia y llevando cómo bandera la justicia social de la Iglesia logró que los polacos reclamarán libertad frente al yugo comunista.
Entonces una mujer, un actor convertido en presidente, un cura y un sindicalista con un cómplice abogado en Moscú lideraron la caída, en 1989, del Comunismo como imperio en el mundo.
Muchos podemos recordar que en aquellos días, la Iglesia católica pasaba una crisis grave por la infiltración de comunistas en los seminarios, que dio pie a la llamada teología de la liberación, corriente cuyos activistas combatieron al papa Juan Pablo II hasta su muerte.
Con la prudencia debida, les invito a preguntarnos, por que un líder global, y para los creyentes, hoy un santo como el Papa Juan Pablo II, claramente anti comunista y opuesto a la Teología de la liberación, habría de nombrar obispo a un comunista, no sería esa una profunda contradicción? Nunca olviden que fue el Papa Juan Pablo II quien ordeno obispo a Monseñor Álvaro Ramazzinni
A veces me parece que hay ciertas derechas, que realmente no son católicos pero van a misa hipócritamente los domingos, son anticomunistas pero no creen que la opresión que el comunismo ejerció contra parte de la humanidad, fuera terminado por personas que creían que el mundo tenía que ser más justo y equilibrado, Reagan lo creía, Lech Walessa lo cree y por supuesto Juan Pablo II también lo creía
En el fondo las críticas a este nombramiento vienen de aquellos que no entienden que el equilibrio social es lo que genera riqueza real, son personas que imagino han quedado ancladas en la guerra fría, aquello termino hace 30 años y aun no se dan cuenta.
¿Alguien objetivamente puede pensar que Juan Pablo II nombró a Ramazzinni obispo siendo una persona comunista? Evidentemente NO
En mi opinión de Católico, de derechas y liberal, Monseñor Ramazzinni lo único que ha hecho es cumplir con su compromiso de vida. Hacer lo que hace un buen cura, ayudar al que más lo necesita y eso ha hecho este hombre, esté cura, este obispo y pronto este Cardenal, cuando ha luchado contra la desnutrición crónica, contra la destrucción del ecosistema dónde viven los pueblos indígenas, por una educación de mejor calidad para los niños o por unas infraestructuras sanitarias dignas
Obviamente, hay aspectos de las luchas de Monseñor Ramazzinni que chocan directamente con intereses del capitalismo duro y maduro como la protección del ecosistema dónde viven los pueblos indígenas, lo cual ha afectado a mas de alguna inversión minera en el pasado reciente, pero de esa legitima lucha, ha ser comunista, hay largo camino por recorrer.
Pero extendamos un poco nuestra evaluación de lo que se le ha escuchado decir por años a Monseñor Ramazzinni y veamos si lo que el reclama riñe con los valores y principios del cristianismo y el catolicísimo: por ejemplo el reclama al que no paga un salario digno a sus empleados, al que no cuida la salud de sus colaboradores como cuida la suya propia, a quien no proporciona una educación como la que quiere para sus hijos, reclama el no facilitar la seguridad alimentaria para bajar la mortalidad infantil, reclama a los que cobran intereses de usura a los que quieren emprender, y por supuesto reclama a los que no quieren pagar impuestos es eso ser comunista, yo no lo creo, y estoy seguro que usted tampoco.
Guatemala tiene que salir de la polarización y redescubrir que la equidad, la justicia, la sanidad, la educación no son conceptos ideológicos, son simplemente los conceptos que nos deben hacer mejores ante Dios y ante los hombres, conceptos que un humilde cura, con tesón y oración ha convertido en su misión de vida y si consideramos que es un comunista y revolucionario, les recuerdo que lo mismo pensaron los fariseos de Jesucristo cuando lo crucificaron.
Usted decide que quiere, al menos en Guatemala: Yo lo tengo claro, como Ramazzinni quiero ser coherente con mis valores y principios. Y les recuerdo no soy comunista, he sufrido el embate comunista, soy liberal y católico con convicción democrática
Felicitaciones Sr. Cardenal, Monseñor Ramazzinni pido a Nuestra Madre, la Virgen del Rosario, que le proteja con su manto y le permita seguir trabajando en Guatemala, por los guatemaltecos que mas necesitan de la ayuda de todos nosotros.
